Según han destacado los expertos en el 88 congreso de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO), la revisión de la vista en los niños solo deben realizarla los oftalmólogos, ya que el retraso en el diagnóstico de las patologías oculares puede tener graves consecuencias. El dolor de cabeza asociado a mal rendimiento escolar y la fotofobia pueden indicar una patología ocular.
Los niños pueden tener las patologías oculares del adulto, aunque es más frecuente en esta edad la aparición del estrabismo y la ambliopía (conocida como ojo vago), relacionadas entre sí. En ambos casos, el diagnóstico y tratamiento precoz, antes de que el ojo complete su evolución permiten que el trastorno desaparezca de adulto.
El estrabismo es la pérdida del paralelismo de los ojos, de modo que cada uno mira en una dirección. En algunos casos, la desviación es intermitente y se produce, sobre todo, en situaciones de cansancio o debilidad. Según señala el Dr. Josep Visa, presidente de la Sociedad Española de Estrabología (SEE), esta patología puede aparecer antes de los seis meses de vida (congénito), durante la niñez o, en algunos ocasiones, en la edad adulta, debido a un trastorno de los músculos oculares o por un defecto en la visión.
La consecuencia más grave del estrabismo es el ojo vago. Para evitar ver doble, el cerebro del niño suprime la visión de uno de de los ojos, que es el que se vuelve vago o amblíope. El tratamiento del ojo vago es más fácil cuanto más pequeño es el paciente, ya que se le enseña a ver, lo que no puede lograrse en niños más mayores. Por eso, "si no se corrige antes de los ocho años puede ser irreversible", apunta el Dr. Jose Augusto Abreu, presidente del Grupo Español de Oftalmología Pediátrica de la SEO.
Si existe un defecto refractivo asociado al estrabismo, el tratamiento indicado en los niños es la corrección óptica (gafas o lentillas), que puede curar la patología. Cuando se haya desarrollado una ambliopía, se debe recuperar la visión de ese ojo tapando el ojo sano para que trabaje más el ojo vago. Si continúa la desviación, es necesaria la cirugía de los músculos oculomotores, encargados de mover el globo ocular.