Según los datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco, ya sea de forma directa o indirecta, es responsable de más de cinco millones de muertes al año en todo el mundo.
El ejercicio físico es un aliado para dejar de fumar
Según los expertos, la práctica de ejercicio físico ayuda a calmar la ansiedad asociada a dejar el tabaco. La actividad física favorece la producción de endorfinas, unos neurotransmisores que estimulan el cerebro de forma similar a la nicotina. Por ello, realizar una actividad física puede servir de ayuda para dejar atrás esta adicción que afecta al sistema cardiovascular y pulmonar.
El deporte es clave para eliminar la ansiedad y los posibles problemas de sobrepeso que en algunas personas puede originar dejar el hábito tabáquico. La nicotina aumenta la frecuencia cardiaca, lo que hace que el metabolismo funcione más rápido y haya un mayor gasto de energía. Hacer ejercicio combate este problema, además de mejorar la autoestima y disminuir el estrés.
Los beneficios de dejar de fumar e iniciar una vida activa, acompañada de una dieta equilibrada, son diversos. Dejar de fumar, en combinación con una dieta rica en hidratos de carbono, antioxidantes como las vitaminas C, E y B, potasio y lácteos, contribuye a la recuperación del sistema pulmonar y cardiovascular.