La Organización Mundial de la Salud (OMS), que pidió a todos los países que adoptaran el empaquetado genérico para el tabaco, debe de estar satisfecha tras la experiencia de Australia. Allí, desde el 1 de diciembre de 2012, se adoptó un embalaje sencillo del tabaco que destaca por su color verde oscuro, y cuyas advertencias sanitarias ocupan tres cuartos de la cajetilla.
Las cajetillas genéricas pueden ayudar a dejar de fumar
El estudio que se realizó en el país australiano, publicado en la revista British Medical Journal Open, pretendía observar el comportamiento de los fumadores tras la implantación de este nuevo empaquetado, que muestra en la mayor parte de la caja los daños que puede causar el tabaco.
El método de la investigación se basó en entrevistar a 536 fumadores del estado australiano de Victoria en el período previo a la implantación de las cajetillas simples y en el período posterior a su venta en el nuevo formato. Se les preguntó a los fumadores si estaban igual de satisfechos que antes con su tabaco, además de la frecuencia con que pensaban en los efectos nocivos de éste y la posibilidad de dejarlo.
El resultado fue que al menos un 70% de los entrevistados eran más propensos a decir que los encontraban menos satisfactorios. Asimismo, tuvieron un 81% más de probabilidades de pensar en dejar de fumar al menos una vez día. Los investigadores señalaron que "los fumadores de paquete de marca estaban menos preocupados y sentían menos ganas de dejar de fumar que los fumadores que usaban estas nuevas cajetillas".