V Jornada Centro Nacional de Epidemiología y Sociedad Española de Epidemiología

Trabajar desde el medioambiente, la economía, la cultura y los aspectos sociales y personales es una inversión en la salud y el bienestar de las generaciones del futuro

La Sociedad Española de Epidemiología y el Centro Nacional de Epidemiología presentan en Madrid una innovadora iniciativa de salud que se está llevando a cabo en Gales
El director ejecutivo de Salud Pública, Quentin Sandifer, explica cómo mejorando la vida de las personas en todos los aspectos se pueden prevenir experiencias adversas en la infancia y con ello tener una población más saludable
Las personas que han tenido una infancia sin experiencias adversas desarrollan menos enfermedades graves cuando son adultos
El Plan Integral para el Bienestar de las Generaciones Futuras de Gales está incluido en el programa de gobierno y los requisitos para su cumplimiento están establecidos por ley. Implica a todos los servicios públicos y se ha impulsado con la participación de toda la sociedad

La Sociedad Española de Epidemiología (SEE) y el Centro Nacional de Epidemiología (CNE) quieren llamar la atención sobre la importancia de definir sistemas de vigilancia de la salud pública que permitan lograr que las generaciones del futuro sean más saludables. Unos sistemas de actuación capaces de identificar áreas de acción y prevención de riesgos y enfermedades, para lo que sería necesario trabajar desde el medioambiente, la economía, la cultura y los aspectos sociales y personales.

Con esta idea, hoy han celebrado en el Instituto de Salud Carlos III de Madrid una jornada en la que se ha presentado el Plan Integral para el Bienestar de las Generaciones Futuras que se está llevando a cabo en Gales. Una innovadora iniciativa liderada por el doctor Quentin Sandifer, director ejecutivo del Servicio de Salud Pública de Gales. 

El objetivo del plan es proteger la salud y el bienestar de las próximas generaciones. Esta iniciativa multisectorial parte de una ley regional y cubre no solo la prevención de enfermedades, sino el control de todos los factores de riesgo que pueden influir en la aparición de las mismas, incluidos los determinantes sociales de la salud.

"Los requisitos están establecidos en la ley, no tienen otra opción, la ley impone un deber a los organismos públicos, lo que significa que tienen que hacerlo", aclara Sandifer. No obstante, la iniciativa en salud se ha llevado a cabo con la participación de la sociedad, "se realizó una extensa consulta pública sobre The Wales We Want, en diferentes formatos (talleres, reuniones de ayuntamientos), incluyendo funcionarios públicos y políticos, más de 10.000 personas dijeron en 2015 lo que querían para sus hijos, los hijos de sus hijos y los hijos de estos, es decir, dentro de 40 años", explica.

El plan que están desarrollando en Gales va más allá de las actuaciones en prevención y promoción de la salud que conocemos e incluye en sus objetivos de trabajo el uso racional y proporcional de los recursos, habla de biodiversidad y ecosistemas saludables, de la igualdad sean cuales sean las circunstancias de las personas, de protección y promoción de la cultura, la lengua propia de Gales, el deporte, las artes, el ocio y el tiempo libre.

La norma promovida por Quentin Sandifer implica a todos servicios públicos, salud pública, vivienda, transporte, medio ambiente y bienestar con el fin de alcanzar niveles de bienestar lo suficientemente fuertes como para  evitar sufrir situaciones adversas no solo de salud sino también educativas y económicas.

Según recoge la encuesta realizada en 2015 a los galeses sobre experiencias adversas de la infancia, de cada 100 adultos 47 reconocen haber estado expuestos al menos una experiencia adversa y 14 a cuatro o más.

El proyecto de bienestar de Gales destaca que mejorando la vida de las personas en todos los aspectos puede prevenir esas experiencias adversas en generaciones futuras y eso conlleva un descenso del consumo de drogas (66%), encarcelamientos (65%), cometer actos violentos (60%) o embarazos de riesgo (41%), entre otras conductas de riesgo. Asimismo, se resalta que las personas que han tenido una infancia sin experiencias adversas desarrollan menos enfermedades graves, un 48% de ellas no han tenido ninguna patología grave, y ese porcentaje es solo del 17% en personas que han tenido cuatro o más vivencias negativas.

Según  Sandifer, el bienestar es el resultado de muchos factores complejos e integrados en diversos niveles que incluyen factores medioambientales, culturales, económicos, sociales y personales. "Los niños que sufren experiencias difíciles como abuso verbal, físico, sexual, malos tratos familiares o viven en un ambiente dónde se abusa del alcohol y/o las drogas tienen peores expectativas, económicas y de salud".

El Plan de Bienestar de las Generaciones del Futuro empezó en 2011. Fue incluido en el programa de gobierno "con un fuerte respaldo de ministros clave entre ellos los responsables de salud, medioambiente y administración local", afirma Sandifer.

Cada autoridad local está obligada a establecer una Junta de Servicios Públicos para trabajar y alcanzar los objetivos de bienestar. En marzo del año que viene tienen que evaluar el estado de bienestar en su área y en marzo de 2018 tienen que publicar un Plan de Bienestar Local con objetivos.

El proyecto hace referencia también a los 1.001 primeros días de vida de un bebé como decisivos en salud, porque el desarrollo neuronal "sucede en ese periodo de tiempo. Probablemente, la gente no sabe esto, de ahí nuestro interés en aumentar la conciencia pública", comenta.

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