El tratamiento de la enfermedad arterial periférica debe incluir cambios del estilo de vida

Cuatro sociedades científicas —la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV), la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) y la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC)—, con la colaboración de Ferrer, se han unido para elaborar la Guía de consenso multidisciplinar en enfermedad arterial periférica de extremidades inferiores.

Se trata de un documento cuyo objetivo es, a través de un enfoque eminentemente práctico, fomentar la consulta en la toma de las decisiones clínicas que se plantean más habitualmente durante el proceso asistencial, en los distintos ámbitos clínicos en los que se atiende esta patología.
 

Es importante que el clínico tenga en cuenta que el diagnóstico de la enfermedad arterial periférica conlleva establecer un tratamiento que es fundamental a lo largo de toda la historia natural de la enfermedad. "Debe incluir modificaciones del estilo de vida, abandono del tabaquismo, así como el control de todos y cada uno de los factores de riesgo cardiovascular. Los objetivos a alcanzar corresponden a la prevención secundaria de enfermedad cardiovascular, y deben completarse con un programa de ejercicio así como con fármacos capaces de mejorar la claudicación en caso de existir", explica la Dra. Carmen Suárez Fernández, de la SEMI.
 

La presencia de enfermedad arterial periférica es a menudo la parte visible del iceberg de la enfermedad vascular arteriosclerótica, y la mayoría de estos pacientes presentan o desarrollarán otras manifestaciones clínicas como enfermedad coronaria o enfermedad cerebrovascular. Es decir, el paciente con enfermedad arterial periférica tiene un riesgo muy elevado de sufrir un infarto de miocardio, ictus o muerte cardiovascular.
 

La prevalencia de la enfermedad arterial periférica en España varía entre el 4,5 y el 8,5% de la población. Esta enfermedad puede presentarse de forma asintomática hasta en un 24,5% de los pacientes, mientras que puede hacerlo como claudicación intermitente hasta en un 29,3% de los casos. La claudicación intermitente o "síndrome del escaparate" es la expresión clínica de la enfermedad arterial periférica. Se caracteriza por un dolor intenso en una o ambas piernas al caminar distancias cortas, que solo desaparece con el reposo, tiene una evolución progresiva y se asocia a un incremento de la morbimortalidad cardiovascular.
 

El dolor que sienten las personas con claudicación intermitente es consecuencia de la desproporción entre la reserva circulatoria de oxígeno del músculo disponible y la necesidad de más oxígeno para el desarrollo de la actividad física que se está realizando. La causa principal de esta patología es la aterosclerosis, por lo que los principales factores de riesgo cardiovascular están íntimamente asociados a esta enfermedad: tabaquismo, diabetes, dislipemia, hipertensión arterial, sedentarismo y obesidad.

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