Se estima que la depresión afecta anualmente a un 10% de las personas atendidas en los centros de Atención Primaria. El uso de escalas de evaluación clínica de la depresión en Atención Primaria podría favorecer la evaluación y el seguimiento de los pacientes con depresión. Además, facilitaría la detección precoz del riesgo de suicido de estos pacientes.
Según ha señalado el Dr. Diego J. Palao Vidal, presidente de la Sociedad Catalana de Psiquiatría y Salud Mental, los criterios de diagnóstico psiquiátrico de las clasificaciones internacionales son de obligada utilización en la práctica clínica diaria y en la investigación.
Los instrumentos de evaluación psiquiátrica pueden ser de dos tipos: las entrevistas de diagnóstico psiquiátrico y las escalas de evaluación clínica. El primero, facilita el diagnóstico específico y, el segundo, sirve para medir la gravedad del estado clínico, monitorizar la evolución y la respuesta al tratamiento o, incluso, realizar un cribado de las patologías.
En España, la escala más utilizada entre los especialistas es la escala de depresión de Hamilton. Además, utilizan la entrevista de depresión de Beck, que puede ser administrada por el propio paciente y valora de forma más completa los síntomas psicológicos de la depresión. Otra escala, la PHQ-9, también puede ser utilizada por el propio paciente para monitorizar su estado clínico.
Además, según ha afirmado el Dr. Palao, el uso de las escala en Atención Primaria "puede favorecer el acceso de las personas con depresiones graves o con riesgo de suicidio en las consultas especializadas y contribuir a la lucha contra el suicidio, que tiende a incrementarse en situaciones de crisis".
La inclusión los próximos meses de la escala PHQ-9 en la historia clínica informatizada del Instituto Catalán de la Salud ayudará a facilitar la evaluación y el seguimiento de los pacientes con depresión.