Aumento de la pandemia de la enfermedad TB o tuberculosis

En un nuevo informe sobre la tuberculosis (TB) publicado recientemente por ‘The Economist Intelligence Unit' (EIU) se investigan los retos cada vez mayores que plantea la TB en la salud y se exigen nuevas formas de aumentar la eficacia de la respuesta internacional a esta pandemia. Este informe, respaldado por Janssen y titulado Ancient enemy, modern imperative: A time for greater action against tuberculosis (Un antiguo enemigo, una exigencia moderna: un momento para una mayor acción contra la tuberculosis), pone de relieve la evolución de la crisis de la TB. Se destaca la necesidad urgente de una asistencia integrada, empleando estrategias innovadoras pero coste-efectivas y dando importancia a la TB para superar esta enfermedad letal sumamente infecciosa, pero tratable.

El Dr. Lucica Ditiu, secretario ejecutivo de la STOP TB Partnership, explica que la TB se ha abordado con apatía: "Es como un huérfano. Se ha desatendido incluso en los países con una gran carga de morbilidad y a menudo ha sido olvidada por los donantes y los inversores en intervenciones sanitarias."

Como consecuencia de la necesidad de un cambio radical para controlar con más eficacia la TB, el informe exige nuevas estrategias para esta enfermedad que resuelvan las limitaciones actuales, pero aprovechando los éxitos conseguidos hasta la fecha. Estos cambios son:

  • Encontrar y tratar a las personas allí donde viven: Para identificar los casi 3 millones de nuevos casos de TB cada año, los sistemas sanitarios de los países con una gran carga de TB necesitan investigar a toda la población. Incluso los países con una prevalencia menor tienen que descubrir mejores formas para acceder y trabajar con las poblaciones marginadas.
  • Controlar la TB saliendo del aislamiento existente: La TB exige tratar a la persona en conjunto, lo que incluye abordar enfermedades concomitantes frecuentes como la infección por el VIH/SIDA y coordinar la prestación sanitaria pública y privada.
  • Utilizar tecnología coste-efectiva: Aunque los progresos en la TB siguen siendo de una lentitud frustrante, los nuevos instrumentos disponibles en la actualidad – médicos y no médicos como las tecnologías móviles y las bases de datos integradas – pueden transformar el tratamiento.

Dar más relieve a la TB: Quizá más importante es que los activistas y otras partes interesadas trasladen las nuevas ambiciones mundiales a su país, empleando los instrumentos a mano con energía suficiente para acelerar los progresos contra esta enfermedad.

"El informe exige prestar más atención a los aspectos básicos de la batalla contra la TB y la forma farmacorresistente de la enfermedad; los esfuerzos actuales son insuficientes y la resistencia está fuera de control. La inmensa mayoría de las personas con TB multirresistente no están diagnosticadas o tratadas adecuadamente, y tenemos que reconocer que la TB multirresistente es una urgencia de salud pública real en todo el mundo. El incremento de la farmacorresistencia no solo aumenta la dificultad del control de la TB, sino que también revela fallos en el control básico de la enfermedad", señala el Dr. Neil Schluger, director científico de la World Lung Foundation y presidente del Tuberculosis Trials Consortium.

Si estos cambios necesarios se aplican con urgencia, servirán claramente para ayudar a conseguir "La estrategia y los objetivos mundiales para la prevención, el tratamiento y el control de la tuberculosis después de 2015", aprobados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).2 Estos últimos objetivos exigen reducir la incidencia de la TB a menos de 10 casos por 100.000 habitantes y disminuir el número de muertes en un 95% en 2035; sin embargo, esto requerirá que los sistemas sanitarios hagan progresos espectaculares y desaparezca la apatía relacionada con la TB.

"Aunque los esfuerzos en la lucha contra la TB han salvado millones de vidas, se precisan cambios fundamentales para controlar con eficacia esta enfermedad. Con el desarrollo de nuevos tratamientos y tecnologías coste-efectivas, ha llegado el momento de aplicar estos cambios introduciéndolos de manera responsable y sostenible en sistemas sanitarios estructurados", apunta Wim Parys, M.D., R&D Head, Global Public Health, Janssen. "Estamos comprometidos en obtener mejores resultados de salud, mejorar la vida de los pacientes con TB en todo el mundo y seguir trabajando en pos de una estrategia mundial coordinada de control de la TB que garantice la disponibilidad y el uso adecuado de los tratamientos."

La tuberculosis es la segunda enfermedad infecciosa que provoca el mayor número de muertes después de la infección por el VIH/SIDA; causó 1,3 millones de muertes en 2012 (2% de la mortalidad mundial).1 Una persona con TB pulmonar activa infecta en promedio a alrededor de una nueva persona por mes y en dos tercios de los casos activos, si no se trata, la TB es mortal.1 En el caso de la TB pulmonar, esto se suele deber al deterioro de los pulmones en un grado tal que la persona afectada acaba muriendo por asfixia.

A pesar de que hay tratamientos para la TB desde hace casi 70 años3 y que la OMS calcula que se han salvado 22 millones de vidas gracias al éxito de los esfuerzos continuos desde 19952, el informe destaca que los progresos han sido demasiado lentos y que sigue habiendo limitaciones importantes. El informe resalta que la TB multirresistente, definida como la enfermedad resistente a los tratamientos más potentes de primera línea4, ha recibido poca atención; las tasas de TB multirresistente siguen constituyendo un porcentaje creciente de todos los nuevos casos de TB en el mundo, en especial en el centro de Asia y el este de Europa.

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