Una investigación reciente señala que los perros ayudan a protegerse contra el eczema a los niños pequeños.
El estudio mostró que los niños, que tenían un perro en casa a la edad de un año, presentaban un riesgo significativamente reducido de eczema a los cuatro años, pero los que tenían un gato tuvieron más probabilidades de tener la afección a la misma edad. Tener perro también otorgó protección contra la alergia a los gatos.
El efecto protector se puede deber a una especie de inmunoterapia natural en la que los niños, que están expuestos a los perros, se vuelven tolerantes con el tiempo, de la misma manera que la gente, que recibe inyecciones para la alergia, desarrolla tolerancia a los alérgenos. También podría ser que los alérgenos de los perros podrían tener otros efectos sobre el sistema inmunitario.
El estudio se realizó con recién nacidos del área de Cincinnati cuyos padres tenían alergias o eczema, lo que hace que los niños sean más propensos a desarrollar la afección. Se realizaron pruebas cutáneas para determinar qué niños eran alérgicos a los perros y a los gatos, independientemente de si sus familias lo eran.
Según el estudio, cuantos mayores eran los niveles de alérgenos caninos en las casas, menor era el riesgo de que el niño desarrollara eczema a los cuatro años.