El 36% de los hombres con disfunción eréctil pasa más de tres años sin recibir tratamiento para esta patología, según un análisis elaborado por Boston Medical Group España (BMG) con más de 16.000 pacientes atendidos en los últimos diez años. Además, más de la mitad pasa al menos un año sin tratar el problema. Con motivo del Día Europeo de la Salud Sexual que se celebra el 14 de febrero, los expertos en salud sexual masculina de BMG recuerdan la importancia de perder la vergüenza y consultar el problema con un especialista para poder mejorar la actividad sexual y, por tanto, la calidad de vida.
Muchos hombres aún no tienen asumido que "cualquier dificultad detectada en su vida sexual puede tener origen en alguna patología que debe ser consultada con médicos especialistas y tratada para ponerle solución", indica el doctor José Benítez, director médico de BMG en España. Por ejemplo, el 80% de los pacientes que llegan a sus clínicas por motivos relacionados con la eyaculación precoz llevan con el problema desde que iniciaron sus relaciones sexuales, cuando la edad media de ellos es de 43,5 años. En el caso de la disfunción eréctil, la edad media de los pacientes atendidos aumenta hasta los 56,2.
La vergüenza y el miedo a consultar problemas de salud de este tipo, se debe, en parte, a una serie de falsas creencias que contribuyen a "ver al hombre como una figura que siempre tiene que responder durante la actividad sexual y que siempre tiene ganas de sexo, por lo tanto nada en él puede fallar", señala el doctor Benítez. Sin embargo, este especialista explica que esto no es así, puesto que los hombres, al igual que las mujeres, sufren modificaciones de la libido debido a diferentes factores como pueden ser la dieta, la ansiedad o el estrés, así como la falta de sueño, el tabaco o el alcohol. "Todo puede influir y, en algunos casos, se debe a problemas cardiovasculares o neurológicos que tienen consecuencias en la sexualidad masculina al causar dificultades en la erección", destaca.
Las falsas creencias contribuyen "a que ni siquiera surja la opción de querer poner solución el problema ya que éste no existe", subraya. Por otro lado, hay mitos que, a su vez, pueden influir en la calidad de las relaciones sexuales "pues la obsesión por el tamaño, la edad o la necesidad de llegar al orgasmo y que la pareja también lo consiga, puede hacer que no se disfrute de ello", argumenta.
Entre los problemas de salud sexual que más suelen afectar a los hombres se encuentran la disfunción eréctil, la eyaculación precoz, la falta de deseo o la curvatura de pene. "Todos deben ser afrontados con naturalidad y sin agobios y, si es posible, han de compartirse con la pareja", sugiere el doctor Benítez. Una vez reconocida la dificultad, el siguiente paso será consultarlo con un profesional sanitario especializado en salud sexual masculina, "ya que podrán incidir en el origen e indicar el tratamiento más adecuado en cada caso que, en el 95% de los casos, puede iniciarse tras la primera consulta", asegura. En el caso de la curvatura de pene, se requiere de un tratamiento más a largo plazo. Este especialista advierte de los peligros de "buscar solución en otras fuentes y de automedicarse puesto que podría tener malas consecuencias".
El equipo médico de Boston Medical Group España ha elaborado el siguiente listado que desmonta algunos de los mitos más comunes de la salud sexual masculina:
- La disfunción eréctil obedece únicamente a factores psicológicos: es falso porque suele aparecer también por motivos físicos, en su mayoría relacionados con una mala circulación sanguínea, llamada insuficiencia vascular. El pene necesita un flujo de sangre saludable para poder alcanzar la erección. Un flujo insuficiente puede producir que la erección no se mantenga durante la relación sexual e incluso no poder completarla.
- La disfunción eréctil solo se presenta en personas adultas: aunque existe una relación fuerte entre la disfunción eréctil y la edad, pues su aparición aumenta un 40% a los 40 años y un 67% a los 70, hay casos en los que se ha diagnosticado a los 24 años e incluso menos.
- La masturbación causa disfunción eréctil: es falso que pueda causar éste u otros problemas que se le han atribuido durante décadas como la infertilidad. Los expertos la aconsejan para reducir el estrés y la ansiedad.
- Los medicamentos funcionan por sí solos: Los fármacos para la erección por sí solos no pueden ser utilizados por los pacientes como sustituto de un adecuado tratamiento para las disfunciones sexuales masculinas, pues es conveniente que sean prescritos por profesionales sanitarios cualificados.
- El hombre siempre tiene que responder en la cama: esto no es cierto ya que los hombres, al igual que las mujeres, también tienen fluctuaciones de la libido, aunque no lo parezca. Además pueden verse afectados por otras circunstancias como la dieta, la falta de sueño o el estrés. Por otro lado, padecer problemas cardiovasculares o neurológicos no diagnosticados contribuye a tener dificultades en su vida sexual.
- El tamaño importa: no es cierto que el tamaño del pene se asocie a mayor placer. En caso de tener alguna importancia, es más influyente el diámetro que la longitud.
- La eyaculación precoz solo afecta a hombres jóvenes: afecta al 30% de los hombres a lo largo de su vida y cuando sucede a partir de los 30 años, puede ser síntoma de otros problemas como la disfunción eréctil, ansiedad o problemas neurológicos.
- La eyaculación precoz es la consecuencia de un exceso de excitación: esto es falso ya que tiene más relación con un exceso de ansiedad, que provoca un aumento de la tensión muscular y acelera el camino al orgasmo.
- La vasectomía reduce el apetito sexual: existe la falsa creencia de que la vasectomía actúa sobre tejidos importantes para el funcionamiento del pene, pero se trata de una intervención quirúrgica que no tiene ninguna influencia en el deseo sexual.
- Los preservativos reducen el placer sexual: no existe evidencia de que el uso del preservativo, colocado de forma correcta, impida la erección, la eyaculación y la satisfacción sexual.