El 13,33% de las mujeres españolas se sienten traumatizadas después del parto según el último estudio de la firma de puericultura Suavinex. Este porcentaje muestra como el parto supone un profundo cambio en la estructura mental y en la vida emocional de las mujeres que lo viven que, hasta en un 19,34% de los casos, valoran su parto con un suspenso. A pesar de ello, la nota media se sitúa en un 3,87 sobre 5.
De este modo, un 48,18% de las mujeres señala haber pasado miedo durante la experiencia del parto y hasta un 16,37% asegura haber sentido fases de pérdida de control. Más allá, un 10,65% de las encuestadas afirman haberse sentido indefensas durante su parto e, incluso, un 6,32% de ellas han calificado la experiencia como una amenaza real contra su integridad física y su vida. Además, se dan situaciones significativas como las alteraciones en la percepción del tiempo, la pérdida de contacto con la realidad mediante estados de trance o abstracción, la expresión de emociones que no se corresponden con las existentes, los casos de despersonalización (estado psíquico por el cual la persona se siente extraña a sí misma, a su cuerpo y al ambiente que le rodea) y la amnesia.
No extrañan estos datos si tenemos en cuenta que hasta un 45,75% de los partos en España tienen alguna complicación médica implícita. Las más frecuentes son, en orden descendente, el sufrimiento del feto, la posición del feto, las contracciones no efectivas, el parto prematuro y las hemorragias.
La realidad del parto
A día de hoy, solo el 47,95% de los partos en España serían naturales y practicados de forma no instrumentalizada. Un dato que se une a la lista de porcentajes que muestran cómo el 29,03% de los nacimientos se producen mediante cesárea y que el 27,90% de los partos son inducidos. Además, se llevarían a cabo episiotomías en un 33,60% de las ocasiones, un 17,64% de las prácticas serían instrumentales y se proporcionaría oxitocina a la madre en el 43,56% de los partos. En el 93%, la mujer estaría tumbada y un 45,27% de las encuestadas no habrían contado con libertad de movimientos durante el proceso.
Además, del estudio se desprende que el 31,80% de las encuestadas ni siquiera tuvo capacidad para decidir sobre su tipo de parto. También se ven diferencias según periodos de tiempo que prueban que a día de hoy es más frecuente tener capacidad de elección que hace 10 o más años.
En este sentido, cabe destacar que el porcentaje asciende hasta un 52,77% en las mujeres que han sido madres por primera vez hace más de 10 años. Por otra parte, un 3,74% de las mujeres participantes en el estudio afirma que, aunque sí que se les dio la opción de decidir su tipo de parto, las peticiones fueron desoídas y su elección, por lo tanto, no fue respetada.