Una nutrición adecuada es esencial para un envejecimiento saludable

La Fundación Edad&Vida ha presentado un estudio sobre las prácticas de alimentación y nutrición de las personas mayores institucionalizadas. El estado nutricional es uno de los factores de riesgo de discapacidad más importante y potencialmente modificable. Una nutrición adecuada es esencial para un envejecimiento saludable y, por el contrario, un estado nutricional inadecuado predispone a la fragilidad. Por ello, tanto las prácticas y hábitos de alimentación como la valoración del estado nutricional son dos aspectos fundamentales a tener en cuenta en los centros residenciales.

El estudio muestra que en el 93,5% de los centros se lleva a cabo una valoración nutricional al ingreso de la persona mayor y que en un 97,9% de las residencias se identifican sus intolerancias, aversiones y hábitos alimentarios. Más del 97% disponen de personal competente, la mayoría de ellos médicos o dietistas. Están generalizadas las prácticas para la identificación de problemas que dificulten la ingesta, la adaptación a las necesidades dietéticas del comensal, la planificación de menús nutricionalmente equilibrados y variados y el seguimiento de la satisfacción de los residentes. También se establecen procedimientos y protocolos de actuación y se constata que muchos de los centros toman como referencia guías y recomendaciones.

Por todo ello, la Fundación Edad&Vida ha concluido que la calidad de la alimentación y nutrición en las residencias analizadas está cuidada y controlada y ha recomendado la adopción de protocolos estandarizados para el manejo nutricional de los residentes según el grado de dependencia y las patologías subyacentes.

Además, los datos resultantes en otra parte del estudio han indicado que más de un 80% de los residentes analizados son de edad avanzada (mayores de 75 años), con una elevada incidencia de deterioro cognitivo (75,7%) y un alto grado de dependencia (37%). Ante estas cifras, la fundación ha insistido en la necesidad de tomar medidas para facilitar el acceso de los residentes al suministro de soportes nutricionales adecuados, dificultado por complicados trámites administrativos y burocráticos, y ha hecho un llamamiento para que la Administración Pública elabore y garantice el cumplimiento de normativas para la correcta nutrición de las personas institucionalizadas.

Aparte de presentar los resultados de este estudio, la fundación ha elaborado una serie de recomendaciones que persiguen que tanto las prácticas y hábitos de alimentación como la valoración del estado nutricional se conviertan en dos aspectos fundamentales a valorar en los centros residenciales.

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