Una vacuna contra la gripe creada por investigadores de la Universidad de Oxford (Reino Unido), ha demostrado su eficacia contra todas las cepas que actualmente se conocen del virus. Esta vacuna actúa contra una parte del virus gripal diferente a la del resto de vacunas tradicionales, por lo que no será necesario reformularla cada año.
Su mecanismo de acción se dirige en concreto hacia unas proteínas que están en el interior del virus, las células-T, comunes en todas las cepas, a diferencia de las zonas externas, que son más susceptibles de mutar.
Aunque el estudio se ha realizado con pocos pacientes, los resultados son significativos porque es la primera vez que se prueba en humanos una vacuna que actúa contra las células T y demuestra ser efectiva.
Con esta vacuna universal se ahorraría el tiempo y la inversión que requiere el desarrollo de nuevas vacunas para luchar contra las nuevas cepas que surgen. El objetivo de esta y otras investigaciones semejantes es intentar evitar que haya que fabricar una vacuna contra la gripe cada año.