La salud bucodental está íntimamente ligada al rendimiento deportivo, un hecho que desconoce la mayoría de las personas que practican de forma regular algún deporte. El 84,1% de éstos nunca ha establecido una relación directa entre los problemas dentales que pudieran padecer y su actividad deportiva, a la luz de los resultados del Estudio Sanitas de Salud Bucodental.
Pese a que la higiene dental de aquellos que practican algún deporte supera a la de la media de la población gracias a hábitos como el cepillado diario o la limpieza con hilo dental "un 25% de estos acude al dentista sólo cuando detecta algún problema, un hecho muy relevante, ya que son uno de los conjuntos de la población más propensos a tener lesiones dentales" explica Patricia Zubeldia, odontóloga de Sanitas Dental. Este dato, extraído del Estudio Sanitas de Salud Bucodental, esconde un potencial peligro para la salud bucal y también general, ya que los problemas que se originan en la cavidad bucal pueden desencadenar infecciones o molestias en el resto del organismo.
Estos datos no describen una realidad propia de los deportistas amateurs únicamente. Y es que la salud bucodental de los deportistas de élite tampoco es la adecuada, según se desprende de una reciente investigación llevada a cabo por un grupo de científicos británicos (Ashley y col. 2015) en la que se analizaron 34 estudios a diferentes grupos de profesionales del deporte.
Además, un estudio realizado por el doctor Dario Vieira Pereira y el equipo de Cirugía de la Universidad de Barcelona en que el que evaluó a 30 jugadores del primer equipo del FC Barcelona muestra la importancia de un adecuado cuidado de la boca, ya que una correcta salud bucodental reduce el riesgo de lesiones musculares. Los datos del estudio revelaron que la causa-efecto entre la salud bucodental y muscular era evidente ya que, por ejemplo, el sangrado bucal está provocado por la existencia de bacterias, que se pueden filtrar a la sangre y en última instancia llegar a los músculos, que pueden debilitarse y romperse, provocando por tanto un descenso del rendimiento así como lesiones musculares que pueden llegar a ser crónicas.
Dentro de las lesiones dentales que son más comunes en los practicantes de algún deporte destacan las siguientes:
- Ciertas dolencias musculares y articulares pueden deberse a lesiones periodontales o por una mala oclusión. Se estima que cerca de un 30% de los dolores musculares del cuello y la espalda se deben a una masticación incorrecta, lo que está íntimamente relacionado con la mordida cruzada.
- Traumatismos dentales: pese a que la creencia general presupone que los deportes de contacto como el boxeo o el rugby son los que causan más pérdidas de piezas dentales, la realidad es que en los deportes de menos riesgo, como el fútbol, el baloncesto y el balonmano, la prevalencia de traumatismos es mucho mayor, ya que no es obligatorio el uso de protectores dentales.
- Caries y desgaste dental: los deportistas tienen un mayor riesgo de sufrir caries y desgaste dental debido a la deshidratación, la ingesta de hidratos de carbono y de productos ricos en glucosa o de bebidas azucaradas con un PH bajo, como las bebidas isotónicas. Además los agentes químicos de las piscinas producen una mayor agresión y puede darse la aparición de un tono amarillento.
- Bruxismo: la tensión a la que se ven sometidos los deportistas puede dar lugar a que estos aprieten la musculatura de la boca y rechinen los dientes. Si este acto se da de manera continuada puede dar lugar a cefaleas y en última instancia a dolores musculares que limitan e influyen en el rendimiento deportivo.
- Barodontalgia: los cambios de presión atmosférica a los que se exponen los montañistas, buceadores y pilotos pueden producir dolor dentario sobre todo si tienen caries.
La prevención, fundamental para los deportistas
La odontología juega un papel esencial en el deporte, ya que la mayor parte de las patologías que experimentan los deportistas se pueden evitar con programas preventivos de protección bucal. Estos programas comprenden diversos aspectos como revisiones bucodentales previas a la práctica deportiva así como mínimo una vez al año o cada seis meses, el mantenimiento de una completa higiene dental y una dieta equilibrada.
Es fundamental además reducir la exposición de las piezas a posibles golpes. "La protección de las piezas dentales por medio de protectores bucales, aunque no lo exijan los reglamentos. Esto es esencial para evitar la pérdida o rotura de piezas, preferentemente con uno hecho a medida por el dentista, que ofrece la mejor protección ajuste y comodidad", asegura Patricia Zubeldia.