La infección por este agente es frecuente en los individuos inmunodeprimidos, como los enfermos de sida, las embarazadas o los diabéticos, pero también son frecuentes en las personas con un sistema inmunológico normal.
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Forman parte del grupo de las enfermedades más frecuentes que afectan al hombre e incluso se puede afirmar que prácticamente todos los hombres a lo largo de su vida la padecerán alguna vez.
La mayoría de las especies de Candida forman parte de la flora cutánea normal, con excepción de Candida albicans, que cuando se encuentra en la piel es un agente etiológico de una candidiasis primaria.
Hay múltiples factores predisponentes a la infección candidiásica: unos dependen del huésped y otros de las condiciones ambientales. Dentro de los primeros están los fisiológicos, los genéticos y los adquiridos.
Así los recién nacidos, las mujeres en el periodo premenstrual o las embarazadas, los pacientes con síndrome de Down, diabetes, linfomas, leucemias, que toman antibióticos, corticoides o inmunosupresores o padecen enfermedades debilitantes, tienen mayor facilidad para presentar esta dermatosis.
Entre los factores ambientales, la humedad, el calor, la maceración crónica, por ejemplo, de las comisuras bucales en los ancianos, las prótesis dentarias mal ajustadas y la fricción entre dos superficies cutáneas favorecen la infestación.
La infección se localiza en piel y mucosas y los síntomas dependerán del lugar donde se encuentre.
Candidiasis mucosas
El mouguet, sobre mucosas, se manifiesta como unas placas cremosas, blanquecinas que confluyen en placas, en el dorso de la lengua, el velo del paladar, la mucosa gingival y los genitales. Al desprenderse dejan al descubierto una mucosa roja y congestiva. También la infección puede manifestarse como una lengua roja, lisa, brillante y dolorosa o como una afectación de las comisuras bucales en forma de placas triangulares, con escamas y fisuras en el centro o que afectan a los labios, principalmente al inferior, con escamas adherentes de color grisáceo y erosiones.
La mucosa genitoperianal es otra localización habitual de estas infecciones, y representa el 20%-30% de las infecciones vaginales. Se presenta como un enrojecimiento y un edema de los labios menores de la vulva que se puede extender hacia los labios mayores, el periné, los pliegues inguinales y el interglúteo, acompañado de prurito y "quemazón". La misma afectación puede afectar a los genitales externos masculinos.
Candidiasis cutáneas
Dentro de las candidiasis cutáneas, se incluyen las candidiasis de los pliegues o intértrigos candidiásicos y las onicomicosis de las uñas:
- Intértrigos candidiásicos: es la forma clínica más frecuente. Puede afectar a los grandes pliegues, como las axilas, las ingles, el pliegue interglúteo, la región bajo las mamas, la cara lateral de cuello o los pequeños pliegues, como los espacios entre los dedos de manos, pies y la región detrás de las orejas. La piel se aprecia enrojecida, ligeramente edematosa y puede que en la superficie haya elementos vesiculopustulosos. Estas áreas están delimitadas por un fino reborde escamoso. El paciente refiere prurito intenso y quemazón.
- Onicomicosis candidásica: se manifiesta como una inflamación dolorosa del reborde de la uña, acompañada de una mínima secreción purulenta, o bien como un engrosamiento de la lámina de la uña con depresiones en forma de puntitos y surcos transversales.