Es una enfermedad benigna que remite en pocos días. Las infecciones por virus no se tratan con antibióticos, pues son ineficaces. En el caso de una infección bacteriana demostrada, se prescriben antibióticos para prevenir afecciones secundarias a esta infección graves, como la fiebre reumática, escarlatina o la inflamación de los riñones (glomerulonefritis aguda). Se pueden utilizar antitérmicos-analgésicos como paracetamol para paliar las molestias.