Para detectar a tiempo la enfermedad deben tenerse presentes las manifestaciones clínicas anteriormente descritas y luego consultar al médico especialista para el adecuado y temprano manejo y evaluación.
Para detectar a tiempo la enfermedad deben tenerse presentes las manifestaciones clínicas anteriormente descritas y luego consultar al médico especialista para el adecuado y temprano manejo y evaluación. La evaluación por parte del médico especialista (cirujano vascular) incluye elaborar una historia clínica y un examen físico completos, atendiendo todos los factores de riesgo de padecer la enfermedad.
Problemas de salud como obesidad, sedentarismo, multiparidad, antecedentes familiares de la enfermedad, uso o abuso de anticonceptivos orales y enfermedades sistémicas importantes, como hipertensión arterial, diabetes mellitus o problemas hematológicos, son los datos de alarma que hacen sospechar la enfermedad.
Algunas pruebas específicas, como el eco-Doppler, pueden ayudar a su detección. Consiste en un estudio ecográfico (usa el ultrasonido) que evalúa los tamaños de las diferentes partes del corazón y los flujos de sangre, en el corazón o en los vasos sanguíneos periféricos. Puede detectar entonces si en algunas partes, como las válvulas, hay obstrucciones o lesiones que hagan que éstas funcionen mal.
Con el tiempo, la enfermedad aumenta el grado de los síntomas y puede desarrollar complicaciones serias en aquellos pacientes que no consultan o lo hacen tardíamente.
Es de esperar cambios degenerativos, como mayor dolor y dermatitis, y algunos de los pacientes con insuficiencia venosa desarrollan úlceras en los miembros inferiores, lo que constituye la complicación más desastrosa, en un promedio de tiempo de unos tres meses. Además, son más frecuentes otra serie de complicaciones o enfermedades asociadas.
Para revertir dicha complicación, es fundamental el reconocimiento oportuno de la enfermedad y el inicio del tratamiento, con la adecuada supervisión médica especializada.