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El paciente
La enfermedad es dura y difícil de llevar, pero es necesario mantener una actitud activa y positiva ante la misma. Ni el paciente ni el familiar deben enfrentarse al Parkinson, sino que deben adaptarse a la enfermedad.
El enfermo debe aprender todo lo que pueda sobre su autocuidado y no debe dejarse llevar por la autocompasión. Una actitud activa le proporcionará una mejor calidad de vida y le hará más independiente.
La familia
Suele ser un familiar el que se encarga del cuidado del enfermo y se trata de una tarea difícil que pone a prueba los sentimientos, apareciendo rabia, miedo e impotencia, y a la vez tristeza, pero es importante sobreponerse y buscar la mayor información posible para luchar contra la enfermedad y afrontar los retos diarios. También es importante cuidar al cuidador y concederse los respiros necesarios para evitar el agotamiento. Se deben buscar las ayudas necesarias y no se debe sobreproteger al enfermo en ningún caso.
Régimen de vida
Existen muchos grupos de afectados donde se pueden encontrar muchas indicaciones sobre el autocuidado del enfermo. También se pueden encontrar estrategias para vencer los nuevos retos que se presentan en el día a día.