En esta página
Tratamiento médico
El tratamiento médico de la enfermedad de Parkinson se realiza para controlar los síntomas, supliendo la alteración de los transmisores. Se suele prescribir levodopa, que es la molécula que el cerebro utiliza para producir la dopamina, y con eso se mejora la coordinación de los movimientos; se puede asociar con medicamentos agonistas dopaminérgicos (carbidopa). Para controlar el temblor se utiliza amantadina. También se asocian en ocasiones antihistamínicos, antidepresivos, bromocriptina e IMAO.
El tratamiento debe ser individualizado, centrándose en los síntomas concretos de cada paciente. La realización de un programa de ejercicios físicos es muy recomendable, así como el apoyo y el tratamiento psicológico.
Tratamiento quirúrgico
Se utiliza para los casos graves que no responden a ningún tratamiento médico.
El Parkinson no tratado es incapacitante y lleva a una muerte prematura. Los pacientes tratados mejoran claramente de los síntomas, la variabilidad de la respuesta a los tratamientos es diversa y, por eso, el pronóstico de cada caso dependerá de la tolerancia a los tratamientos y su eficacia en cada caso.