Existen medidas preventivas para evitar que se produzcan quemaduras en el hogar:
- Instalar alarmas de humo en el hogar y revisar y cambiar las pilas de los dispositivos de forma regular.
- Enseñar a los niños las medidas de seguridad adecuadas en caso de incendio y el peligro que ofrecen la manipulación de fósforos y juegos pirotécnicos.
- Evitar que los niños se acerquen a la cocina o a las estufas, o manipulen objetos calientes, como planchas y puertas de los hornos.
- Poner hacia adentro los mangos de las ollas y sartenes para que los niños no puedan cogerlas y se puedan volcar accidentalmente.
- Colocar extintores de incendios en los lugares claves de la casa, el trabajo y la escuela.
- Retirar los cables eléctricos de los suelos y mantenerlos fuera del alcance de los niños.
- Conocer y ensayar rutas de escape en caso de incendio del edificio, ya sea la casa, el trabajo o en la escuela.
- Graduar la temperatura del calentador de agua a menos de 50 ºC para evitar accidentes.
Para prevenir la excesiva exposición al sol, se aconseja el uso de protectores solares, prendas de vestir adecuadas y gafas con filtro ultravioleta.
En caso de quemadura solar:
- Se puede intentar una ducha fría o un baño o colocar un pedazo de tela frío y húmedo sobre la quemadura.
- Se debe evitar el uso de productos que contengan benzocaína, lidocaína o petróleo (como la vaselina).
- Si se presentan ampollas, la aplicación de vendajes secos puede ayudar a prevenir la infección.
- Si la piel no presenta ampollas, se puede aplicar una crema humectante para aliviar la molestia.
- Los medicamentos de venta libre, como el ibuprofeno, pueden ayudar a aliviar el dolor causado por la quemadura.