Orejas, labios y cuero cabelludo, zonas que no debemos olvidar de proteger del sol en verano

Durante los meses de verano, el cuerpo no solo necesita unas merecidas vacaciones, sino también una debida protección solar. La llegada de esta estación anticipa días de playa, paseos, tardes en piscinas y principalmente una altísima exposición solar que, sin protección, puede provocar daños y complicaciones en la piel. De hecho, algunas quemaduras provocadas por el sol son lesiones agresivas que, de manera reiterada y a largo plazo (20-30 años), pueden derivar en un cáncer. En España, los casos de cáncer de piel están creciendo a un ritmo acelerado: se estima que se diagnostican 78.000 casos al año, superando en 2023 los 8.000 diagnósticos de melanoma maligno cutáneo. A pesar de su evidente crecimiento, se trata de un tumor prevenible; es decir, que cuando se detecta y trata a tiempo, presenta un buen pronóstico.

Afortunadamente, la sociedad ha ido adquiriendo más conciencia sobre la exposición a los rayos ultravioletas y su necesaria protección a lo largo del tiempo. Se debe utilizar cremas o protectores solares durante todo el año, especialmente durante los meses de verano. Sin embargo, todavía hay que concienciar a la sociedad sobre la protección de algunas zonas aparentemente olvidadas. El sol no hace excepciones en cuanto a zonas. El daño que puede provocar una quemadura en un hombro o en el rostro es el mismo que puede ocasionar en los labios, las orejas e incluso en el cuero cabelludo.

El Dr. Alberto Conde Taboada, jefe del Servicio de Dermatología de MD Anderson Cancer Center Madrid asegura que "es bastante habitual olvidarse de las orejas a la hora de aplicar protección solar, y precisamente son una zona donde vemos tumores de piel con frecuencia. Otro sitio típico es el labio inferior, deberíamos aplicar protectores solares en esa zona, y recordar que el tabaco también induce la aparición de cáncer en esa localización".

El especialista de la Unidad Multidisciplinar de Piel y Melanoma explica que las lesiones graves en estas zonas pueden derivar en cáncer de piel si no se diagnostican y tratan a tiempo. Por este motivo, insiste en que las zonas más susceptibles de olvidar deben ser protegidas del sol al igual que el resto de las partes donde se aplica protección solar. Según Conde, la manera más sencilla de proteger estas zonas es generar el hábito de usar cremas de protección solar, ya que hoy en día disponemos de una gran variedad con formas adaptadas a la zona y muy cómodas de aplicar como en espray o crema. El doctor también destaca que la ropa puede ser un gran aliado a la hora de proteger la piel de la exposición solar. Sin embargo, hay que recordar que la ropa fina y clara permite el paso de parte de la radiación solar. "Lo más seguro en término de protección son las prendas de protección solar que se venden en tiendas de deportes", asegura el especialista.

Por otro lado, es fundamental entender que las recomendaciones de protección solar no son las mismas para los niños pequeños que para los adultos. "Los bebés no deben exponerse a la luz solar directa más allá de una exposición puntual hasta los 6 meses. En menores de 2 años, se recomiendan las cremas protectoras minerales, ya que son más seguras. Las quemaduras solares son peores cuanto más precoces en la vida, peor quemarse con 5 años que con 50", confirma el especialista.

Síntomas de alerta y factores para tener en cuenta

Los síntomas de alerta que deben tenerse en cuenta en cuanto a los riesgos de exposición solar sin protección son principalmente las heridas que no curan tras varias semanas o también lunares que cambian de forma o color. Por otro lado, el Dr. Conde advierte que es fundamental ser más estrictos en cuanto a la protección solar y seguir revisiones frecuentes si se ha tenido un tumor cutáneo maligno o premaligno, ya que se tiene más riesgo de tener uno nuevo.

Cabe recordar que el tipo de piel también es un factor para tener en cuenta, ya que hay pieles que son más sensibles que otras. El especialista explica que "existen los llamados fototipos, que indican cómo responde la piel al sol según nuestra melanina. Van desde el fototipo I (pelirrojo, ojos azules, piel que nunca se broncea y siempre se quema) hasta el fototipo VI (piel negra, pelo negro, ojos oscuros, nunca se quema). Entre medias de éstos hay un espectro de pieles que se queman más o menos fácilmente", concluye el dermatólogo.

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