Cerca del 10% de la población mundial sufre acúfenos, una sensación o síntoma por el que se percibe un sonido que no existe en el entorno y que se caracteriza por un pitido, silbido o zumbido en los oídos. Este problema puede afectar de manera significativa a la vida diaria de las personas llegando a causar estrés, ansiedad, trastornos de sueño o incluso depresión. Por ello es tan importante conocer de qué se trata y saber que existen tratamientos que ayudan a reducir o paliar sus efectos, incluso conseguir su desaparición, y mejorar la calidad de vida. Desde la compañía especializada en el desarrollo de audífonos, Oticon, han elaborado un listado de las siete cosas que debemos conocer sobre los acúfenos:
- El acúfeno es real: el hecho de que otras personas no perciban los mismos sonidos que la persona que los sufre no significa que no sea real. Por ello, es tan importante tener en cuenta que existe, que es un problema que afecta a mucha gente y que son muchas las causas que lo pueden producir
- El acúfeno se produce en el cerebro: se piensa que el tinnitus puede ser el resultado de la adaptación de los circuitos neuronales al deterioro de las células ciliadas responsables de la audición. La realidad es que en la mayoría de los casos se produce dentro del cerebro, ya que su origen puede estar en un cambio en la cantidad de información que llega a este órgano
- No todos los sonidos que produce el acúfeno son iguales para todos: el pitido es el más común de los sonidos que produce el tinnitus, pero también puede haber zumbidos, silbidos, siseos o campanilleos. Varían mucho según la persona y pueden variar en intensidad en diferentes momentos del día
- Existen muchas causas del acúfeno: puede deberse al deterioro de las células ciliadas del oído por la exposición a ruidos altos o impactos sonoros repentinos, por reacción a determinados medicamentos, por lesiones en el cuello, por estrés, por infecciones de oído o por otro tipo de problemas médicos no tratados
- Muchas personas que sufren acúfenos tienen pérdida auditiva: el daño de las células ciliadas responsables de la audición hace que el cerebro reciba menos señales sonoras e intente compensarlas generando señales que se interpretan como sonidos, de ahí la aparición del tinnitus. De hecho, el 80% de las personas que lo sufren tienen también algún grado de pérdida auditiva que quizás puede estar pasando desapercibida. Por ello, es conveniente prestar atención a los indicios y buscar ayuda en un profesional auditivo o audioprotesista que puede orientar sobre la mejor solución para paliar los dos problemas. En los estudios audiométricos se comprueba la audición en un rango limitado de frecuencias, y puede ser que el acúfeno sea un primer síntoma de pérdida auditiva no detectada
- Existe tratamiento para reducir los síntomas del acúfeno: en la actualidad hay distintos tratamientos encaminados a reducir o incluso eliminar los síntomas del tinnitus y mejorar la calidad de vida de la persona que lo sufre. El tratamiento más recomendado es la terapia cognitivo-conductual (CBT) o el TRT, la terapia de habituación que incluye la terapia sonora que hace que los acúfenos sean menos molestos e irritantes. Consiste en utilizar sonidos reales para desviar la atención de los sonidos del acúfeno al proporcionar al cerebro más información. Además, se puede acompañar de meditación, técnicas de gestión del estrés, la práctica de ejercicio o cambios en la dieta que ayudarán a la persona a aliviar los efectos que causa el tinnitus. En cualquier caso, lo aconsejable es que el tratamiento sea personalizado y gestionado por un profesional
- Los audífonos pueden ayudar a las personas con acúfenos: la nueva tecnología aplicada a los audífonos puede ayudar a gestionar, no solo la pérdida auditiva, sino también los síntomas del tinnitus, pues permiten aumentar los sonidos externos de manera que los sonidos de los acúfenos forman parte del ambiente sonoro del paciente y es más sencillo no focalizar la atención en ellos
De no tratar este fenómeno es posible que la percepción del acúfeno aumente con un efecto de bola de nieve y también dificultará más la audición de la persona que lo padece que puede aislarse, evitar participar en actividades sociales y podría aumentar el riesgo de padecer deterioro cognitivo.