El pasado 20 de marzo comenzó oficialmente la primavera, y este año los expertos auguran una estación difícil y con alto riesgo para las personas alérgicas. En concreto, la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) anuncia niveles de polen similares a los del año pasado.
Junto a los ácaros y la caspa de los animales, el polen constituye uno de los alérgenos respiratorios más comunes, aunque las sustancias que pueden provocar alergia son muy diversas. Tal como enumera Aurora Garre, asesora médica de Cinfa, "existen alérgenos de tipo alimentario como el huevo o los mariscos; algunos fármacos; venenos de insectos como la abeja o la avispa; y alérgenos de contacto, como el níquel o el cromo, o laborales, como el látex y la harina de trigo. Además, cada vez está cobrando mayor relevancia la alergia a la Alternaria, un hongo que también se encuentra en las plantas".
La alergia es una reacción desmesurada del organismo frente a estas u otras sustancias, que en la mayoría de las personas resultan inofensivas. Como apunta la doctora Garre, "cuando los alérgenos ingresan en el cuerpo de una persona predispuesta a las alergias, el organismo genera anticuerpos específicos para combatir al que consideran un agente invasor. Para ello, liberan sustancias como la histamina, que son las que producen los síntomas propios de la alergia". Aunque en algunos casos las reacciones pueden ser graves, lo normal es que la mayoría de personas experimente síntomas leves, aunque muy molestos: estornudos, secreción nasal acuosa, picor de nariz, congestión nasal, enrojecimiento ocular, lagrimeo o picor.
El polen, el alérgeno más frecuente en España
Según la SEAIC, en nuestro país, uno de cada cuatros españoles padece alergia al polen. "No obstante, la persona no nace alérgica, sino que puede llegar a hacerse alérgica, en función de su exposición a algún alérgeno en cantidades mayores a lo habitual durante un tiempo prolongado o repetidas veces", afirma la doctora Garre. También existe una predisposición hereditaria a las alergias, por lo que un niño cuyos padres son alérgicos probablemente desarrolle algún tipo de sensibilización.
En España, la alergia al polen es la más frecuente y está causada principalmente por el polen de las plantas, los árboles y el césped. En muchos casos, esta patología cursa además con asma. En la mayoría de los casos la alergia no tiene cura, pero los síntomas sí pueden controlarse con la ayuda de un tratamiento médico. Además, como recuerda la experta de Cinfa, "la estrategia más eficaz es evitar en la medida de lo posible todo aquello que nos produzca alergia. En primavera, cuando debido al proceso de polinización de las plantas hay más cantidad de polen en el ambiente, es recomendable tomar algunas medidas higiénicas para evitar el contacto con estos alérgenos".
Decálogo de consejos para luchar contra la alergia al polen
-
Mejor, dentro de casa.
En los días de mayor concentración de polen y, sobre todo, durante los días de fuerte viento, permanecer el máximo tiempo posible dentro de casa ayudará a sobrellevar mejor la alergia. - Horario prohibido.
Los intervalos entre las 5y las 10 de la mañana y las 7 y 10 de la noche son los que acumulan una mayor concentración de polen. Por esta razón, se recomienda reducir las actividades al aire libre durante esas horas y mantener las ventanas de casa cerradas. - En el coche, también con protección.
Durante los desplazamientos en coche, es preferible mantener las ventanillas cerradas. - Los filtros para el aire ayudan.
Pueden colocarse filtros antipolen en los aparatos de aire acondicionado, tanto en casa como en el coche, siempre que se cambien con frecuencia. - Sal "con vista".
Cuando se salga a la calle, es conveniente llevar gafas de sol para que el polen no pueda entrar en contacto con los ojos. - La ropa, un imán para el polen.
Los granos de polen pueden quedarse atrapados en las prendas, por lo que una buena medida es ducharse y cambiarse de ropa al llegar a casa. Así mismo, hay que evitar tender la ropa en el exterior. - No remover el polen.
Hay que evitar aquellas actividades que puedan remover partículas de polen como cortar el césped o barrer la terraza. En caso de alergia al polen de gramíneas, tampoco es recomendable tumbarse sobre el césped. - Cuidado en el jardín.
En el caso de que se tenga jardín, evitar las plantas que polinicen por el aire. - No bajes la guardia durante la noche.
Si vamos a pasar la noche al aire libre, es recomendable no dormir cerca de fuentes de pólenes alergénicos como árboles o plantas. - Consulta a tu farmacéutico.
Si se toman medicamentos específicos para las alergias como antihistamínicos, es importante ingerir siempre los recetados por el médico, de forma regular y en la dosis recomendada por el especialista. Estos medicamentos nunca deben mezclarse con alcohol. Si tienes cualquier duda, pregunta a tu farmacéutico.