La Asociación Nacional Española de Vapeadores (ANEV) se muestra absolutamente en desacuerdo con el manifiesto promovido por el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) y la Organización Médica Colegial (OMC) para tratar de influir en la decisión del Senado español, donde en estos momentos se está debatiendo la futura Ley de Defensa del Consumidor y, dentro de ella, la regulación de los espacios en los que se podrán utilizarlos cigarrillos electrónicos, así como su promoción y publicidad.
Hace apenas unos días, la Directiva Europea del Tabaco aprobada en el Parlamento Europeo, definía el e-cig como producto claramente diferenciado tanto del tabaco como del medicamento. Pedro Cátedra, presidente de ANEV, muestra la sospecha desde la asociación de que "el enorme esfuerzo que determinados colectivos médicos en España están haciendo para tratar de influir en una legislación anti ecig no responde a motivos de salud, sino puramente económicos, y beneficiando especialmente a los intereses de las compañías farmacéuticas". Resulta interesante destacar en este punto que, tras su envío al Senado durante el día de ayer, el manifiesto promovido por el CNPT y la OMC se presente públicamente hoy en una jornada que se celebra en la sede de COFARES, la cooperativa líder en España de distribución de medicamentos y productos sanitarios, de capital 100% farmacéutico.
El manifiesto del CNPT y la OMC, viene a sumarse a la enmienda presentada ayer por parte del PSOE al Senado para que se aplique la misma regulación del tabaco a los cigarrillos electrónicos y que se prohíba su consumo en restaurantes, bares, centros comerciales, tiendas y hoteles. Un movimiento que, según Cátedra, se aleja de la decisión de Europa y "se contradice con lo que el propio PSOE defendió apenas unos meses atrás en el Congreso, pujando por aplicar un régimen específico al cigarrillo electrónico".