Son fechas de vacaciones y por lo tanto de viajes. Algunos serán más cortos y cercanos a nuestro lugar de residencia, pero muchos otros probablemente sean de una duración más larga y alejada. Es por ello que, para evitar problemas e importantes gastos no previstos en caso de que haya alguna incidencia dental durante el viaje, es recomendable hacer una revisión de la boca antes de empezar las vacaciones.
Una buena prevención y revisión de los dientes puede hacer que un viaje no quede enturbiado por una dolencia. Y es que, en numerosas ocasiones, los dolores o patologías aparecen en el momento más inoportuno y en el lugar más insospechado. En este sentido, es interesante aprovechar las ventajas que ofrecen productos como la póliza dental, ya que el paciente podrá realizarseun chequeo sin cargo.
"La amplia red de clínicas de ADE Group ofrece asistencia en cualquier rincón de España, así como en Portugal y en Italia. El objetivo es que los asegurados tengan todas las ventajas que le ofrece su póliza dental, y que solo tengan que preocuparse de disfrutar de sus vacaciones, sea donde sea", añade Esther Sancho, responsable de la red de clínicas de ADE Group España.
En verano los dientes necesitan una atención especial
Además de realizar una revisión, los expertos también recomiendan que en verano se preste atención a la salud dental para evitar futuras patologías, ya que se trata de unos meses del año en los que mucha gente desatiende de manera inconsciente el cuidado de sus bocas. Los motivos pueden ser varios, ya sea por pasar muchas más horas fuera de casa o por comer o beber todo tipo de alimentos. Como consecuencia, durante estas fechas los dientes necesitan una atención especial.
Los expertos afirman que la mala alimentación y las actividades lúdicas y deportivas relacionadas con el buen tiempo son las que comportan mayores peligros para nuestros dientes. Las acciones que causan más problemas en los dientes son: consumir productos fríos que provoquen contrastes de temperatura; bañarse mucho en piscinas debido a que el cloro puede provocar manchas en los dientes; beber refrescos carbonizados y ácidos que causan descalcificación del esmalte dental; consumir muchos productos azucarados como helados y refrescos, que pueden provocar caries; practicar buceo o deportes que pueden causar accidentes y daños en los dientes, etc.