"A Diego le diagnosticaron la cardiopatía en una ecografía rutinaria, en la semana 20 de embarazo", recuerda Javier, su padre. "Tu vida se para y piensas que a partir de ahí va a ser distinta y que va a haber un antes y un después".
Recibir la noticia de que un hijo o una hija tiene una cardiopatía congénita suele ser un momento especialmente complejo a nivel emocional. "Todas las ilusiones que te has ido haciendo durante los meses anteriores del embarazo, de repente, desaparecen de un plumazo y todo se llena de dudas, miedos e incertidumbres", explica Diana, madre de Diego.
Son muchas las personas que, como Javier y Diana, han de pasar por este trance: cada día nacen en España 10 bebés con malformaciones en el corazón, un dato que ayuda a hacerse una idea de la elevada cifra de diagnósticos y de su repercusión en las familias.
Para apoyarlas, Menudos Corazones ha lanzado el vídeo Cardiopatías congénitas: el impacto del diagnóstico. El recurso recoge las emociones más habituales tras el diagnóstico y aporta pautas para afrontarlo.
"‘Estar en una montaña rusa de emociones' es una de las expresiones que más frecuentemente escuchamos cuando hablamos con los papás y las mamás en momentos de diagnóstico. Sentimientos de soledad, rabia, enfado, culpabilidad…", explica Ana Belén Hernández, psicóloga de Menudos Corazones. "Nos ofrecemos para escucharles, acompañarles, brindarles todo nuestro apoyo. No solo en el momento del diagnóstico, sino de ahí en adelante".