Cinco recomendaciones para sacarle el máximo provecho a las actividades al aire libre propias de las vacaciones de verano

Tres de cada diez españoles realizan alguna actividad física a la semana, según los datos del CIS. Sin embargo, parece que con el buen tiempo aumentan las ganas de realizar ejercicio físico al aire libre. Jesús Hernández, entrenador personal de Blua Sanitas explica que "el buen tiempo nos invita a salir a la calle a realizar deportes outdoor con más gente, se huye de la rutina del resto del año y nos motiva a trabajar. Además, también sucede que durante el verano y muchas personas buscan mejorar estéticamente".

Por unas razones o por otras, lo cierto es que sí asociamos el buen tiempo a actividades físicas de toda índole, aunque los expertos inciden en que no hay una única disciplina para esta época del año. "Cualquier deporte que nos permita variar la rutina diaria nos va a proporcionar estímulos nuevos que el cuerpo asimila positivamente y mejora el rendimiento, en muchos casos, en nuestro deporte habitual. Por ejemplo, aquellos que combinan sus actividades habituales con deportes de agua durante el verano ayudan mucho a descargar articulaciones y a enseñar al cuerpo nuevos caminos motrices", señala Hernández.

No obstante, los profesionales de Sanitas sí han notado cierta tendencia en auge en torno al running y sus variantes en las consultas que reciben en el servicio durante los meses de primavera y verano. "Las carreras de montaña o trail o las pruebas de resistencia como el triatlón, que cuentan con grandes sponsors que las organizan y facilitan su difusión, son algunas de las disciplinas que más interés despiertan en las consultas", de acuerdo a la experiencia de José Javier López Marcos, entrenador personal de Blua Sanitas.

Cinco consejos para realizar actividades al aire libre

A la hora de practicar deporte en los próximos meses es importante considerar algunas recomendaciones para evitar cuadros de deshidratación y esfuerzos innecesarios. Jesús Hernández resume estos consejos en cinco puntos:

  1. Evitar las horas centrales de más calor nos ayudará a no deshidratarnos tan fácilmente, además de a evitar el previsible daño en la piel por el efecto del sol. En este sentido, existe protección solar compatible con el sudor, para que no se forme una pasta desagradable e incómoda con el ejercicio.
  2. Las prendas transpirables, de nuestra talla, de colores claros y flexibles serán nuestras aliadas. La sudoración provoca una fragilidad mayor que nos puede ocasionar una lesión.
  3. Hidratarnos bien antes, durante y después del ejercicio.
  4. Ser consciente de nuestra condición física y nuestras limitaciones.
  5. Escuchar al cuerpo: ante cualquier señal de alarma debemos parar, valorar si podemos continuar y decidir detener el entrenamiento si fuera necesario. De lo contrario, lo mejor que puede pasar es que el entrenamiento no nos sirva para nada.

Sobre la alimentación, en principio no hay que tomar ninguna medida, siempre y cuando realicemos un correcto aporte de nutrientes, llevemos una buena hidratación y realicemos el ejercicio en unas condiciones meteorológicas no extremas. En caso de dudas, Jesús Hernández aconseja "dejarse asesorar por un preparador físico para planificar la activad de manera progresiva, especialmente en determinadas patologías. Es obligatorio cuando existen patologías, aunque estén controladas, de carácter cardiovascular (hipertensión, patología vascular) o articular (artrosis, osteoporosis, esguinces de repetición)".

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