Más de un centenar de cirujanos y especialistas en Anestesiología han participado en la elaboración del Consenso Aquiles (Anestesia Quirúrgica para Lograr Eficiencia y Seguridad), una iniciativa que cuenta con el apoyo de la Sociedad Española de Anestesia y Reanimación (SEDAR) y la Asociación Española de Cirujanos (AEC) y la colaboración de MSD. Este proyecto tiene como objetivo aunar puntos de vista y crear protocolos consensuados entre ambas especialidades, para mejorar la eficacia, seguridad y eficiencia de los procedimientos quirúrgicos. En concreto, se pretende consensuar las medidas que haya que tomar conjuntamente entre ambas especialidades durante la intervención quirúrgica buscando siempre la seguridad del paciente.
Los consensos de este tipo tienen el objetivo de homogeneizar la práctica clínica para que el paciente se beneficie de unas técnicas quirúrgicas más seguras, revisadas y acreditadas con indiferencia de donde sea atendido.
La iniciativa de buscar este acuerdo nace del relativo desconocimiento sobre cómo son usados los relajantes, en función de los diversos tipos de cirugías y de los tipos de pacientes. Se ha constatado que, a pesar de que existen las recomendaciones de la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (SEDAR) de 2009 sobre el "Empleo clínico de bloqueantes neuromusculares y su reversión", hasta el momento no ha sido alcanzado un acuerdo nacional sobre las pautas de actuación clínica en el uso del BNM profundo.
Teniendo en cuenta que el BNM es necesario en un elevado número de intervenciones quirúrgicas, se consideró relevante estudiar en qué puede diferir el punto de vista de los anestesiólogos y los cirujanos y desarrollar un documento entre ambas especialidades en el ámbito quirúrgico.
Entre las principales conclusiones destacan recomendaciones sobre cuándo emplear el BNM profundo. Así, por una parte, se recomienda el uso del BNM profundo en cirugía abdominal y, en general, en cirugía con apertura de cavidades y cuando el paciente presenta obesidad. Por otro lado, se ha constatado que el BMN profundo hasta el final de la cirugía optimiza las condiciones de trabajo, especialmente de los componentes técnicos (incluido el laparoscópico).
En general, los profesionales constatan que el BNM profundo permite reducir el tiempo y las complicaciones intraoperatorias, facilita la manipulación de la vía aérea y la recuperación postoperatoria. Asimismo, hay acuerdo en que la monitorización cuantitativa y los fármacos reversores hacen que el uso de un BNM profundo sea seguro y predecible. Igualmente los profesionales involucrados en este proyecto recomiendan crear protocolos de actuación consensuados entre especialidades para mejorar la eficacia, seguridad y eficiencia de los procedimientos (en concreto para consensuar medidas que haya que tomar durante la intervención).
Metodología y próximos pasos
En el estudio realizado para evaluar el punto de vista de los profesionales han participado un total de 101 especialistas (65 anestesiólogos y 36 cirujanos). Para su elaboración se ha empleado la técnica de investigación Delphi, cuya finalidad es suscitar el grado de consenso o visualizar los puntos de discrepancia entre personas expertas en un determinado objeto de investigación. Se invitó a participar a anestesiólogos y cirujanos con experiencia en el uso de la anestesia general balanceada y con el apoyo de las sociedades involucradas: la SEDAR (Sociedad Española de Anestesia y Reanimación) y de la AEC (Asociación Española de Cirujanos), cuyos representantes estuvieron presentes durante toda la reunión. En ella verbalizaron que el Consenso AQUILES: "Es un proyecto inédito y realmente favorece la comunicación multidisciplinar con el objetivo de mejorar la eficiencia y sobre todo la seguridad del paciente".
A partir de los resultados obtenidos, y tras su presentación y discusión entre el panel de expertos, se elaborará un documento para su publicación, que estará accesible para consulta por parte de los profesionales de ambas especialidades.