¿Cómo afecta el estrés a las encías y a la salud bucodental en general?

El estrés es la principal causa del bruxismo

El estrés es un estado de tensión físico y emocional que surge como respuesta del cuerpo y la mente ante desafíos difíciles de gestionar. Se trata de un factor que afecta negativamente a diversas áreas de la salud, incluyendo la bucodental.

En este sentido, las encías y la cavidad oral son especialmente vulnerables a los efectos del estrés, que puede desencadenar problemas como el bruxismo. De acuerdo con el Estudio Sanitas de Salud Bucodental 2024, más de 7 de cada 10 personas diagnosticadas con esta patología (73,31 %) señalan que el estrés es su principal causa.

"El bruxismo es una afección común que se caracteriza por el apretamiento o rechinamiento de los dientes, especialmente durante la noche. Este trastorno daña el esmalte dental y causa dolores en la mandíbula, cefaleas y desgaste de los dientes. Por ello, ante cualquier signo de sospecha se debe pedir cita con un profesional. Detectarlo y tratarlo a tiempo es fundamental para que no afecte a la calidad de vida de quienes lo padecen", explica Lorena Trinidad Bueno, odontóloga del departamento Asistencial, Innovación y Calidad Clínica de Sanitas Dental.

Por otro lado, cabe mencionar que las alteraciones hormonales provocadas por el estrés debilitan el sistema inmunológico, favoreciendo la aparición de infecciones como la gingivitis o la periodontitis. "Estas enfermedades periodontales se manifiestan con inflamación y sangrado de encías, y si no se tratan de forma precozmente, pueden derivar en la pérdida de piezas dentales, sobre todo en la población mayor", comenta Miryam Piqueras, directora de Gobierno Clínico de la división para mayores del mencionado grupo asegurador.

Asimismo, el estrés afecta a la cavidad bucal reduciendo las defensas naturales, lo que facilita la acumulación de placa y bacterias dañinas en las encías. "Esto, combinado con malos hábitos como una alimentación poco saludable o una higiene deficiente, fomenta el surgimiento de caries o sensibilidad dental", añade la odontóloga.

Ante esta situación, los expertos recomiendan las siguientes medidas para mitigar su impacto en la salud oral:

Usar enjuagues bucales con flúor: el estrés afecta la producción de saliva, la cual es fundamental para neutralizar ácidos y proteger los dientes. Por ello, es aconsejable utilizar este tipo de colutorios para fortalecer el esmalte dental y reducir el riesgo de caries.

Utilizar protectores dentales: el bruxismo es común en situaciones de estrés intenso, causando desgaste y dolor mandibular. Por lo tanto, ponerse un protector nocturno o férula ayuda a proteger los dientes del rechinar involuntario y a prevenir el deterioro dental y los problemas mandibulares asociados con este trastorno.

Practicar técnicas de relajación facial: como el estrés provoca tensión en los músculos faciales y mandibulares, es aconsejable realizar ejercicios como relajación de la lengua, estiramiento de cuello y hombros o masajes en el músculo temporal. Esto contribuye a mitigar el dolor muscular y minimizar los momentos de presión.

Seguir una buena nutrición: una dieta equilibrada rica en vitaminas y minerales es crucial para la salud bucal, especialmente durante períodos de tirantez. Vitaminas como la A, C y D son fundamentales para mantener las encías saludables y fortalecer los dientes contra infecciones. En este contexto, Alba Soto, nutricionista del grupo, recomienda las zanahorias y las espinacas como excelentes fuentes de vitamina A; los cítricos como las naranjas y los kiwis para obtener vitamina C; y los pescados grasos como el salmón o atún para obtener vitamina D, que contribuye a la salud del sistema inmunológico, lo que puede ayudar a prevenir infecciones en las encías.

Por último, más allá de la inclusión de vitaminas, será clave evitar consumir azúcar, para prevenir la inflamación de las encías y otras enfermedades bucales.

Más noticias sobre Alimentación saludable

> Ver todas

Noticias relacionadas

> Ver todas
Sustancia química producida y secretada por glándulas endocrinas, que circula por la sangre y controla o regula la actividad de un órgano o de un grupo de células.

Ver

Sistema muy complejo de nuestro organismo (compuesto por una serie de órganos y células) que nos defiende frente a infecciones, enfermedades y sustancias extrañas.

Ver

Microorganismos que se reproducen por división celular. Pueden tener forma de esfera, de bastón o de espiral, y se pueden encontrar en prácticamente cualquier entorno. Determinados tipos de bacterias pueden causar enfermedades graves a los humanos y otras, en cambio, son beneficiosas.

Ver

Estructura rígida que se utiliza para proteger y/o inmovilizar una zona del cuerpo.

Ver