Consejos para adaptarse al cambio de hora

Los niños y las personas mayores de 50 años son las personas que más sufren los cambios de hora
"Antes de ir a dormir, evitar hacer ejercicio, comer mucho, fumar, beber alcohol, café o té, entre otros. Es esencial crear un hábito de acostarnos siempre a la misma hora", afirma el Dr. Egea, neumólogo del Hospital Vithas San José

El cambio de hora dos veces al año conlleva una mínima alteración del ritmo biológico que puede provocar trastornos del sueño, sobre todo en los niños y las personas mayores de 50 años, los más vulnerables a los cambios de rutina. Las personas que padecen problemas neurológicos como migrañas o epilepsia, pueden sufrir un agravamiento transitorio de los síntomas, y a las que habitualmente tienen dificultades para conciliar o mantener el sueño les cuesta más acostumbrarse al cambio.

El efecto del cambio de horario, en gran medida viene motivado por los comentarios que surgen entre la gente, por pensar que por ese cambio de horario van a estar más cansados, cuando simplemente es volver al horario que habíamos cambiado previamente en primavera, que es el que realmente puede dar más problemas.

El Dr. Carlos Egea, responsable de la Unidad de Sueño del Hospital Vithas San José señala que los efectos sobre el organismo en el caso de personas sanas son mínimos –pueden sentirse más cansadas de lo habitual, algo desorientadas o con falta de concentración– y que, en un día el ciclo vigilia-sueño suele haberse compensado. El Hospital Vithas San José pertenece al grupo sanitario Vithas que cuenta en España con 19 hospitales y 26 centros especializados Vithas Salud.

No obstante, desde la Unidad del Sueño del hospital recomiendan una serie de consejos para adaptarse mejor al cambio de hora y reducir al máximo las posibles molestias e inconvenientes:

  • Ajustar la hora de acostarse. "Podemos comenzar a ajustarla tres o cuatro días antes del cambio de hora, con 15 minutos cada día, cogiendo después como rutina el irse a la cama sobre la misma hora", afirma el neumólogo.
  • No tomar medicamentos para dormir.
  • Evitar bebidas alcohólicas o excitantes antes de acostarnos. Tampoco fumar.
  • Evitar la ingesta de cafés o tés a última hora del día. Realizar esta acción produciría una alteración en nuestro organismo, por lo que se nos haría más difícil conciliar el sueño.
  • No realizar ejercicio a última hora de la noche. El descenso de temperatura es el que marca el inicio del sueño, y si tú haces ejercicio tus músculos mantienen la temperatura y te costara más dormir, al igual que cuando hace excesivo calor.
  • Evitar comer abundantemente antes de ir a la cama, incluso se puede ir modificando poco a poco la hora de las comidas, para facilitar la adaptación al organismo.

Por lo tanto, el Dr. Egea aconseja total normalidad para el cambio de hora del próximo 28 de octubre. Sin embargo, si el cambio de horario fuese de 2 a 4 horas, en ese caso sí que surgen desajustes, cambios de humor, tendencia a desajustarse con el entorno en el que vives, pero que se recupera de 2 a 4 días, "es el mismo jet lag que provocamos cuando somos adolescentes y salimos por la noche".

Es por eso que no debemos preocuparnos por los cambios de hora que no significan gran cambio en nuestro día a día. "Más que el cambio de hora nos influye más las horas de luz y oscuridad que tenemos, que afecta de manera importante en nuestro humor y estado de ánimo", afirma el Dr. Egea.

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