Mario es un niño de 6 años como otro cualquiera: le gusta jugar con sus amigos, dibujar y a veces es un poco travieso. Pero Mario padece TDAH, es decir, Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, un problema que afecta a más de un 4% de la población en España. Aunque es uno de los trastornos del neurodesarrollo más frecuentes en la infancia, a día de hoy todavía son muchos los que no saben el significado de sus siglas. Sin embargo, el conocimiento sobre el trastorno es fundamental para su rápida detección, y para asegurar que el apoyo que los afectados reciben por parte de familiares, profesores y resto del entorno es la que ellos necesitan.
Esta es la realidad que plantea Las Vidas de Mario, un vídeo interactivo para concienciar sobre el trastorno, y sobre todo, de las posibles consecuencias que pueden tener la falta de atención y apoyo a las necesidades específicas del TDAH a lo largo de la vida. Con esta intención, nos permite elegir los dos caminos que puede tomar la vida de una persona con TDAH, desde su infancia hasta la vida adulta. Mostrando así, cómo el rápido diagnóstico y el conocimiento de cómo actuar por parte de su entorno condicionan su desarrollo personal y educativo.
La actitud ante el trastorno marca la diferencia
Los síntomas asociados al TDAH afectan al niño en distintos ámbitos de su vida, ocasionándole con frecuencia problemas académicos, de autoestima e integración. Esta situación en la vida de un niño con TDAH, de no ser detectada a tiempo y correctamente orientada, puede determinar su evolución en la adolescencia y la vida adulta, con problemas en las habilidades sociales que les van a marcar a la hora de entablar relaciones o mantenerlas, altos niveles de frustración, abandono de los estudios, problemas de pareja, accidentes de tráfico, e incluso, abuso de sustancias, delincuencia o fracaso profesional.
Por eso, una actitud positiva y comprensiva respecto a la patología y a aquellos que la padecen, así como un seguimiento cercano y coordinado por parte de padres, profesores y profesionales sanitarios, son de suma importancia para el niño a la hora de superar las barreras del TDAH: adaptar las actividades a su tiempo de concentración, hacer comprender sus comportamientos inadecuados, ayudar a establecer rutinas y organización, dar refuerzos positivos cuando actúan bien, fomentar aquellas actividades que orienten su hiperactividad y su motivación, etc. Todas estas actitudes por parte del entorno del niño, posibilitan su orientación adecuada y le enseñan a convivir con el TDAH a lo largo de la vida.
De este modo, bajo el mensaje ‘Todos somos parte del TDAH', Shire ha desarrollado la campaña Las Vidas de Mario en colaboración con especialistas en el trastorno y con el apoyo de más de 20 asociaciones de pacientes. El objetivo, orientar a la sociedad, recogiendo la opinión de los expertos y estableciendo una conversación en la que compartir otras experiencias sobre el TDAH entre familiares, educadores, profesionales sanitarios y personas que conviven día a día con el trastorno.
Acerca del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)
EL TDAH es un trastorno neuropsiquiátrico de inicio en la infancia que se caracteriza por una excesiva inatención y/o hiperactividad e impulsividad. Aunque a menudo se le considera un problema infantil, hasta el 66% de los niños con TDAH siguen mostrando síntomas en la adolescencia y el 50% en la edad adulta. La prevalencia del TDAH se sitúa alrededor del 5-6% en niños (< 18 años) y del 2-4% en adultos (≥ 18 años).