4 de febrero, Día Mundial del Cáncer

"Diarrea, náuseas, vómitos, estreñimiento y pérdida del gusto: problemas digestivos más comunes en tratamientos oncológicos"

Dieta del paciente oncológico: rica en vitaminas y minerales, para aumentar las defensas y evitar la anemia y deshidratació
Según datos de la SEOM, en 2019 se diagnosticarán 278.000 nuevos casos de cáncer, siendo el de colon y recto el más prevalente, con una previsión de 45.000 nuevos casos

El cáncer es en la actualidad la segunda causa de muerte en España (26,7%) después de los incidentes cerebrovasculares (28,8%). Sin embargo, si la tendencia al alta de los últimos años se sigue manteniendo, en la próxima década acabará siendo la primera. El cáncer es una patología que crece todos los años de manera significativa. Hay que hacer especial mención al cáncer de colon y recto, próstata y mama, que en total, según los datos oficiales, superarán este año los 111.800 casos.

Gonzalo Guerra Flecha, cirujano general y digestivo y gastroenterólogo del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas, recuerda que "todos estos pacientes son sometidos a cirugías y/o a tratamientos de quimio o radioterapia y que, como consecuencia de los mismos, tienen una serie de problemas digestivos que los especialistas tenemos que tratar de forma sintomática". Un aspecto de la enfermedad oncológica que el paciente desconoce hasta que los padece "y que desde CMED queremos visibilizar con motivo del Día Mundial del Cáncer. Los principales son: diarreas, náuseas y vómitos, estreñimiento, enteritis, rectitis y esofagitis por radiación, inapetencia e, incluso, pérdida del sentido del gusto. Aunque también hay que destacar que estos pacientes también pueden sufrir anemia y deshidratación" explica el Dr. Guerra Flecha.

"El tratamiento sintomático de estas afecciones pasa por el uso de antidiarreicos, laxantes suaves, antieméticos e, incluso, antibioticoterapia si existe infección. Lo que es común en todos los pacientes que están siendo sometidos a tratamientos oncológicos es la realización de una dieta que, además, de ayudar a paliar los efectos digestivos también ayuda en la recuperación del paciente" añade el gastroenterólogo.

La importancia de la dieta durante el tratamiento oncológico

La dieta del paciente oncológico es diferente a la de una persona sana. Debe ser muy sana, rica en frutas y verduras y baja en grasas, azúcares refinados, alimentos procesados y sal. "Los tratamientos de quimio y radioterapia bajan las defensas de los pacientes. Una forma natural de mejorar nuestro sistema inmune es a través de la dieta. Frutas y verduras son ricas en vitaminas y minerales y ayudan, de manera natural, a conseguirlo", explica el Dr. Domingo Carrera, médico internista especialista en nutrición de CMED.

La anemia es otra de las patologías que afectan de forma recurrente a los pacientes que están pasando por un proceso oncológico. "En este caso recomendamos consumir alimentos ricos en hierro (carne de vacuno muy magra, espinacas y lentejas) y en ácido fólico (huevos cocidos, lácteos desnatados, atún y salmón)", aclara el Dr. Carrera.

En general, los tratamientos contra el cáncer causan malestar digestivo debido a que las mucosas del aparato digestivo se ven alteradas (esofagitis, enteritis, rectitis), por lo que es recomendable que los alimentos sean ingeridos en forma de puré, crema o líquido (caldos y sopas). Esto implica también no tomar alimentos irritantes, como son picantes, ácidos, alcohol, café y bebidas carbonatadas.

En el caso de los pacientes con diarrea, el consumo de frutas y verduras debe moderarse (por su alto contenido en fibra que estimula la digestión) hasta que se solucione el problema. "Para ello se aconseja no tomarlas crudas (preferentemente cocidas, en forma de puré y las frutas en compota) e incluir en la dieta alimentos astringentes, como el arroz y la patata cocida" añade el especialista.

La hidratación es también un pilar fundamental, ya que es beneficiosa en los casos de diarrea para evitar la deshidratación, cuando existe estreñimiento, al ayudar a que las heces sean más blandas y por tanto facilitar su expulsión, y cuando se esté sometido a radioterapia, ya que ésta deshidrata los tejidos.

"Los pacientes que son radiados suelen referir que la comida no les sabe a nada e, incluso, que tiene un sabor metálico. En estos casos, además de las recomendaciones generales, les decimos que utilicen más especias a la hora de cocinar (menos picantes y que utilicen sal en exceso). Éstas consiguen dar un gusto diferente a los platos, darles más sabor. Consiguiendo además, que la inapetencia propia de este tipo de tratamientos se palíe de alguna forma al meter nuevos sabores y aromas a sus comidas", finaliza el Dr. Domingo Carrera.

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