Dieciocho Sociedades Científicas han publicado la actualización del "Consenso sobre la vacunación antineumocócica en el adulto por riesgo de edad y patología de base", un documento con recomendaciones basadas en la evidencia científica donde destaca la recomendación por edad. Según las 18 Sociedades firmantes, los adultos de 65 años o más y aquellos de cualquier edad con determinadas patologías de base "deberían vacunarse frente al neumococo" y recibir, preferentemente, al menos una dosis de la vacuna antineumocócica conjugada trecevalente.
Sin ser el único, la recomendación por edad es sin duda el cambio más importante de este consenso, ya que el anterior hacía referencia a la vacunación antineumocócica por riesgo de patología de base. Esta revisión se apoya en varias evidencias, pero fundamentalmente en los resultados del ensayo clínico de eficacia de la vacuna antineumocócica conjugada trecevalente, el estudio CAPiTA, para la prevención de la neumonía neumocócica y la enfermedad neumocócica invasiva (ENI) en adultos de 65 años y mayores.
Los expertos resaltan la importancia de la prevención de la enfermedad neumocócica y especialmente de la neumonía a varios niveles. "Siguen acumulándose numerosas evidencias sobre el elevado riesgo que existe para determinados sectores de la población de sufrir tanto enfermedad neumocócica invasiva como neumonía", explica el doctor Fernando González-Romo, microbiólogo clínico del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid. Esta evidencia gana peso cuando se analiza el impacto de estas patologías: la ENI acarrea la mayor morbi-mortalidad, pero es la neumonía la que produce la mayor carga de enfermedad.
"Los datos de incidencia en mayores de 65 años en España son de 14 casos por 1.000 habitantes y año para la neumonía adquirida en la comunidad. La mitad de estos casos son neumocócicos. La mortalidad aumenta sobre todo cuando los pacientes van a la UCI y es evidente que aumenta en pacientes mayores de 65, y más cuando la neumonía es grave, pudiendo llegar hasta un 30 por ciento si el paciente necesita respiración artificial. En global, la mortalidad de la neumonía neumocócica hospitalizada en pacientes mayores es todavía de un 15 por cien, muy elevada", asegura el doctor Antoni Torres, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos Respiratorios del Hospital Clínic, de Barcelona.
El riesgo de la edad
La edad es uno de los factores de riesgo más importantes relacionados con una mayor predisposición a sufrir enfermedad neumocócica por dos razones: por la coincidencia de factores de riesgo y por la propia disminución progresiva de la respuesta inmune asociada al paso de los años. La tasa de hospitalización por neumonía neumocócica en España es 8 veces superior en los adultos de 65 años o mayores en comparación con los adultos de menor edad. En una cohorte de pacientes sanos, sin otros factores de riesgo, la probabilidad de sufrir neumonía neumocócica o ENI se multiplica hasta por 4,8 ó 4,6, respectivamente, en el grupo de mayores de 64 años comparado con el grupo de entre 18 y 49 años.
Entre las estrategias para prevenir la neumonía neumocócica se encuentra la vacunación. Sin embargo, actualmente, las coberturas de vacunación son más bajas de lo deseable por varias razones. En primer lugar, porque se perciben como destinadas "solo a un determinado subgrupo de pacientes": principalmente niños y pacientes inmunodeprimidos. "No existe en la conciencia de muchos profesionales que determinadas patologías, junto con otra serie de mecanismos conducen a un riesgo elevado de infección por neumococo", recuerda el doctor González-Romo. Además, "los médicos en general conocen poco el coste-beneficio de las vacunas; el margen de mejora, tanto en la aplicación práctica de este tipo de recomendaciones como en materia de prevención, es importante", reconoce el doctor Torres, quien también considera necesarias campañas de formación para el público general. "La población -indica este experto- está muy sensibilizada en general contra la gripe, pero no contra el neumococo".
La actualización 2017 del Consenso nace con vocación formativa, para modificar esta percepción y cuenta para ello con una baza a favor, al haber puesto de acuerdo a 18 de las Sociedades Científicas directamente implicadas en la asistencia de los pacientes que mayor riesgo tienen de contraer enfermedad neumocócica en sus diferentes variantes. Sus firmantes consideran que el médico de Atención Primaria juega un papel esencial para lograr incrementar la cobertura de vacunación y que el farmacéutico comunitario puede ser "un gran apoyo" mediante la prevención, promoción y protección de la salud pública y educación sanitaria, informando al ciudadano sobre las ventajas de vacunarse.
Por eso, las 18 Sociedades Científicas instan a sus afiliados a realizar recomendaciones expresas de la vacunación. "Los pacientes deben estar debidamente informados, saber que esa vacuna existe y que puede ofrecer un beneficio importante", apunta el doctor González-Romo.
Aunque las Sociedades reconocen que para algunas de las recomendaciones de este documento de consenso "no existe en estos momentos financiación pública", recuerdan que el hecho de que la vacuna no esté financiada "no quiere decir que no pueda estar recomendada". En estos momentos, sólo Madrid y Castilla y León recomiendan y financian la vacuna antineumocócica conjugada trecevalente a una cohorte específica de adultos por criterio exclusivo de edad, la que en cada año en curso cumpla 60 y 65 años, respectivamente.
Como conclusión, el doctor Torres señala que, "si tenemos en cuenta que más del 80 por ciento de la ENI corresponde a neumonía bacteriémica, pero que ésta sólo representa un 20 por ciento aproximadamente de los casos de neumonía neumocócica, nos podemos hacer una idea del enorme impacto que tendría cualquier grado de protección frente a la neumonía neumocócica no bacteriémica".