Durante el último año fueron más los escolares españoles que se iniciaron en el cannabis (146.200) que en el tabaco (137.000), a la vez que se detecta una fuerte asociación en el consumo de ambas sustancias.
"De hecho, la marihuana y el tabaco son ‘pareja de hecho' y tan bien avenida ‘como el pan y la mantequilla'", advierten los más de 80 expertos de ámbitos científicos diversos agrupados en el proyecto ÉVICT (siglas del programa de trabajo Evidencia Cannabis Tabaco), impulsado desde el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) y financiado por el Plan Nacional sobre Drogas (PNSD).
En el mismo sentido que este estudio, una reciente investigación llevada a cabo en la University College of London sobre una muestra de 33.681 usuarios de cannabis establece que nueve de cada diez fumadores de porros europeos lían conjuntamente ambas sustancias. Este trabajo, publicado en Frontiers in Psychiatry, y del que se hacen eco los citados expertos, concluye además que mezclar tabaco con cannabis multiplica por 5 la probabilidad de desarrollar adicción a esta segunda sustancia.
Para el doctor Joseba Zabala, uno de los expertos impulsores del proyecto ÉVICT, sucede que "a diferencia de la generación anterior, hoy día gran parte de los adolescentes españoles consume simultáneamente ambas sustancias y esto genera nuevas tendencias y consecuencias cruzadas que es necesario tener en cuenta a la hora de desarrollar políticas de prevención".
Una legal y la otra ilegal
Para rentabilizar la marihuana, para que arda mejor, para que no raspe tanto… Son muchas de las razones que los usuarios de cannabis esgrimen para grindar y liar conjuntamente ambas sustancias, una ilegal y la otra legal. En palabras del doctor Zabala, "ambas interactúan profundamente en lo neurobiológico, a la hora de iniciar y abandonar el consumo y también en la economía de mercado".
En el maridaje cannabis-tabaco se produciría, pues, lo que los economistas denominan elasticidad cruzada, que ocurre cuando dos productos se complementan uno a otro. Esto se manifiesta en que el aumento del precio de uno repercute también sobre el consumo del otro, de manera que cuando se incrementa el coste del tabaco y se dificulta su adquisición y consumo en lugares públicos, no sólo disminuye su uso, sino también el del cannabis.
Reto científico y social
Por otra parte, con respecto al abandono del cannabis y tabaco los expertos han observado que en numerosas ocasiones personas consumidoras de ambas sustancias quieren dejar de fumar una de las dos pero no la otra.
En este sentido, la doctora Ana Esteban, coordinadora del proyecto, afirma que "es recomendable dejar de consumir conjuntamente ambas sustancias, bien de forma simultánea (tabaco y cannabis a la vez) o secuencialmente (primero una sustancia y después la otra), puesto que existe evidencia de que la abstinencia dual (dejar de fumar tabaco y cannabis) predice mejores resultados".
La doctora Esteban explica asimismo que "estamos ante un reto científico y social que es necesario afrontar, ya que cada día se presentan nuevas evidencias que avalan la existencia de este "nudo" entre el cannabis y el tabaco y son cada vez más los investigadores a nivel mundial que apuestan por profundizar en el estudio de este problema con vistas a fundamentar la políticas preventivas sobre drogadicción".