La Fundación Edad&Vida ha solicitado este miércoles que se amplíe a los jubilados la desgravación fiscal en el IRPF a los pagos asociados al mantenimiento de seguros de salud privados, que en la actualidad está restringida a trabajadores autónomos en régimen de estimación directa y a los beneficiarios de seguros de salud de empresa.
La entidad ha hecho esta petición tras la reciente aprobación en el Congreso de los Diputados del proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el año 2016, que ha incorporado en el trámite del Senado una enmienda presentada por PP y CiU que amplía de 500 a 1.500 euros la cuantía deducible en el IRPF por pagos efectuados a seguros privados de salud para trabajadores autónomos con discapacidad en régimen de estimación directa y para asalariados con discapacidad que sean beneficiarios de un seguro sanitario de empresa.
En virtud de esta enmienda, "tendrán la consideración de gasto deducible para la determinación del rendimiento neto en estimación directa las primas de seguro de enfermedad satisfechas por el contribuyente en la parte correspondiente a su propia cobertura y a la de su cónyuge e hijos menores de 25 años que convivan con él. El límite máximo de deducción será de 500 euros por cada una de las personas señaladas anteriormente o de 1.500 euros por cada una de ellas con discapacidad".
La Fundación Edad&Vida, que ha mostrado su respaldo a esta medida, entiende que este incentivo fiscal podría ampliarse a otros colectivos vulnerables como los jubilados, en los que coincide una elevada demanda de atención sanitaria y un nivel de ingresos limitado; o el conjunto de las personas con discapacidad, muchas de las cuales están en situación de gran dependencia y tienen que hacer frente a un gasto por atención sanitaria más elevado.
La fundación se ha mostrado además a favor de extender este beneficio al resto de la población que tenga contratado un seguro de salud privado. En su opinión, una mayor penetración del seguro privado de salud, sea tomado de forma individual o colectiva, permitiría mejorar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud de forma inmediata, aliviando la presión y los costes sobre el mismo, y mejorando los servicios a la población.