Más de 5,3 millones de personas padecen diabetes tipo 2 en España. Mejorar el control de los niveles glucémicos de estos pacientes, con fármacos que no interfieran mucho en su día a día, es un objetivo de nuevos tratamientos como dulaglutida (Trulicity®), un antidiabético semanal que actúa como agonista del receptor del GLP-1. Los diferentes escenarios clínicos donde esta clase terapéutica se puede usar han centrado el simposio "Un clic semanal: Compartiendo experiencias en escenarios clínicos", organizado en el marco del Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) que se celebra hasta el viernes en Málaga.
Durante el encuentro, los asistentes han compartido su experiencia con este tipo de fármacos. "Los agonistas del receptor del GLP-1 pueden usarse durante toda la evolución de la enfermedad, desde su inicio hasta las fases finales. En España, se usan fundamentalmente en pacientes con diabetes y obesidad, porque es donde están financiados, y asociados a antidiabéticos orales o insulina", ha explicado el Dr. Carlos Morillas Ariño, especialista en endocrinología del Hospital Universitario Dr. Peset de Valencia y presidente de la Sociedad Valenciana de Endocrinología, Diabetes y Nutrición, quien ha moderado el simposio.
En concreto, los especialistas han abordado durante la sesión las ventajas del uso de dulaglutida, el último agonista del receptor del GLP-1 en llegar a España, en diferentes estadios evolutivos de la diabetes. Entre ellas, su potencia en el control de la glucemia, la pérdida de peso o la ausencia de hipoglucemias. Asimismo, han hecho especial mención al valor añadido de su posología semanal y su sencillo dispositivo de administración, que facilitan la adherencia y el cumplimiento por parte de los pacientes, una asignatura todavía pendiente en el control de la enfermedad.
Un diseño "pensado para el paciente" que permite superar el miedo al pinchazo
Dulaglutida se presenta en un dispositivo inyectable que ya viene completamente preparado para ser administrado una vez a la semana. Solo es necesario presionar un botón para que se active automáticamente la inyección del tratamiento y el paciente ni ve ni manipula la aguja en ningún momento. Precisamente por esta razón, el fármaco puede resultar útil para vencer el miedo al pinchazo que acompaña con frecuencia al paciente que se inicia en este tipo de terapia, como ha explicado la Dra. Judith López, profesora asociada de la Universidad de La Laguna y especialista en Endocrinología del Hospital Universitario de Canarias (Tenerife), quien ha compartido en Málaga su experiencia clínica con el antidiabético.
"El entendimiento con el paciente es mayor porque el dispositivo es intuitivo, realmente fácil de usar", ha destacado la Dra. López. "Se trata de un diseño centrado en el paciente, que parte de una investigación de sus preferencias y barreras como la del rechazo a la aguja. Además, emite un sonido una vez administrada la dosis, lo que aporta tranquilidad y es especialmente adecuado para estas personas, que pueden presentar pérdida de agudeza visual. Todo esto, unido a su formulación semanal, es importante para intentar mejorar la adherencia del paciente al tratamiento y con ello, mejorar el control metabólico", ha añadido esta experta.
Cambiar el estilo de vida, fundamental para frenar la epidemia
Al margen de los avances en el tratamiento farmacológico, los especialistas han coincidido al destacar el importante papel que el estilo de vida sigue jugando en el control de la diabetes tipo 2. Dietas hipocalóricas en pacientes obesos y abandonar el sedentarismo son algunas de las medidas en este sentido que los expertos ven necesarias para intentar conseguir pérdidas de peso que faciliten un adecuado control de la glucosa en la sangre.
"Si el paciente no modifica su estilo de vida es muy complicado que controle su azúcar", ha señalado el Dr. Morillas Ariño. "Se debe implicar a nuestros políticos para que desde los diferentes ministerios y consejerías autonómicas se fomenten medidas de estilo de vida saludables para prevenir las dos epidemias del siglo XXI: la obesidad y la diabetes tipo 2", ha indicado el moderador del simposio.