Alrededor de un 2% la población sufre trastorno límite de personalidad (TLP), un problema psiquiátrico desconocido, grave y crónico que incapacita en el día a día a quienes lo padecen. Se trata de un problema de salud mental en el que se ven afectadas áreas de funcionamiento estructurales como la cognición, la afectividad, la actividad interpersonal y el control de los impulsos.
Los síntomas que mejor definen este trastorno son la inestabilidad del ánimo y la impulsividad. Junto a estos dos principales síntomas pueden presentarse muchos otros como consecuencia de este trastorno como son la dependencia emocional, los sentimientos de vacío o la desconfianza hacia los demás.
Esta realidad ha sido descrita por Azucena García Palacios, especialista en Psicología Clínica durante el XXVI Curso de Actualización en Psiquiatría de Vitoria-Gasteiz, que reúne durante estos días a los expertos en salud mental del país para conocer y abordar las novedades de la especialidad médica.
La especialista ha puesto de relieve esta patología dado que "los trastornos graves de la personalidad suponen un reto para los sistemas de atención pública". "Se trata de problemas en los que aparecen afectadas áreas de funcionamiento estructurales: la cognición, la afectividad, la actividad interpersonal y el control de los impulsos. Este patrón es altamente disfuncional y causa un gran malestar. Constituyen problemas difíciles de tratar, los logros terapéuticos son lentos y se producen abandonos y recaídas con mucha frecuencia", ha añadido.
Respecto a las causas, "son múltiples y generalmente este trastorno es producto de la combinación de factores biológicos y ambientales". "Entre los biológicos destaca la genética en torno al 30-40% del riesgo o predisposición a ser más sensible, más inestable o impulsivo", ha destacado.
"Una persona nace con su información genética y empieza a interactuar con el ambiente, familia, colegio, etc. y no se conocen las causas exactas del trastorno pero los datos nos dicen que son personas que nacen con un sistema nervioso más intenso, más reactivo que se ve agravado por el ambiente como puede ser una familia desestructurada", ha explicado.
Tratamiento
La especialista ha señalado que "pese a que existen intervenciones psicoterapéuticas que han demostrado eficacia, existen barreras en la implementación de estas, dado que constituyen programas de intervención complejos y que requieren un gasto importante en recursos humanos y recursos materiales. Por ello, una línea de estudio es mejorar la utilidad clínica y las posibilidades de implementación de estas intervenciones".
"Uno de los programas de tratamiento que están demostrando eficacia es el programa STEPPS, desarrollado y validado por el grupo de la Dra. Nancee Blum de la Universidad de Lowa. El atractivo de este programa es que es aplicable desde una perspectiva de salud mental pública y que ha demostrado evidencia empírica de su eficacia".
La experta ha destacado que la técnica STEPPS "es un programa psicoterapéutico que se realiza en grupo y es una terapia que viene muy bien para este tipo de pacientes. Si el problema principal es gestionar la impulsividad y las emociones con esta técnica se aprenden estrategias para una mejor gestión de las emociones y reducir las conductas impulsivas", ha subrayado.
A modo se resumen, la especialista ha afirmado que "los trastornos graves de la personalidad son problemas de difícil abordaje. Existen programas de intervención eficaces pero son de difícil implementación, sobre todo desde una perspectiva de salud mental pública". "STEPPS es un programa que ha demostrado eficacia y que se puede aplicar en un contexto de salud mental pública. Desde 2007 se ha realizado un proceso de diseminación de este programa en España y actualmente se está aplicando en dispositivos de salud mental en distintas comunidades autónoma y tiende a extenderse", ha concluido.