La Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) y la Fundación PRANDI de Pediatría Extra hospitalaria, editan la "Guía de manejo y diagnóstico terapéutico de la Enuresis Infantil".

El 22% de los niños enuréticos se consideran enfermos

En nuestro país podría haber unos 150.000 niños enuréticos sin tratar, la inmensa mayoría sin diagnosticar ni controlados por su pediatra.
La enuresis nocturna tiene un importante impacto sobre la autoestima de los niños, creando un estigma social de tal manera que se niegan a pasar una noche fuera de casa con amigos o familiares incluso  ir a campamentos.
La educación del control de esfínteres prácticamente no existe en la atención pediátrica primaria, la enuresis se diagnostica a veces cuando ya existen complicaciones psicológicas y de relación social, y los tratamientos se realizan pocas veces de manera correcta.

Mojar la cama, se ha considerado durante mucho tiempo como un problema o enfermedad menor, sin que se le prestara la atención necesaria. Para la Dra. Elena Taborga, Pediatra de Atención Primaria CS Posada de Llanera, Asturias, y una de las autoras de la "Guía de manejo y diagnóstico terapéutico de la Enuresis Infantil", editada recientemente por la Sociedad Española de Pediatría Extra hospitalaria y Atención Primaria y la Fundación PRANDI de Pediatría Extra hospitalaria, "los resultados obtenidos en un estudio realizado recientemente en Asturias, indican que los niños enuréticos no ven normal orinarse en la cama a su edad, llegando a considerarse enfermos un 22%".

La enuresis nocturna se puede considerar como un problema importante de salud. El diagnóstico precoz y su tratamiento pueden ayudar a estos niños a mejorar su calidad de vida, "hay que tener en cuenta, que la enuresis nocturna tiene un importante impacto sobre la autoestima de estos niños, creando un estigma social de tal manera que se niegan a ir a campamentos, casas de amigos o incluso con familiares a pasar una noche fuera de casa; además de ser una carga económica extra para las familias", asegura Taborga.

Esta consideración como "problema menor" ha provocado el infra diagnóstico e infra tratamiento de la enfermedad, cubrir este vacío tanto informativo como formativo ha sido determinante para la redacción y edición de la guía; "según los datos de los que disponemos, en nuestro país podría haber unos 150.000 niños enuréticos sin tratar, la inmensa mayoría sin diagnosticar ni controlados por su pediatra. Y es esto precisamente lo que justifica cualquier esfuerzo de información y de formación, fundamentalmente porque la enuresis se puede curar y porque representa un estigma familiar y social en muchos de ellos. Todavía queda mucho por andar para llegar a lo que pudiera ser una asistencia de calidad aceptable de la enuresis por parte de los pediatras. Tenemos mucho que aprender y mucho que mejorar en la atención de los niños que se orinan en la cama", asegura el Dr. Venancio Martínez, Presidente de la SEPEAP.

"Lamentablemente demasiados pediatras todavía optan por la abstención terapéutica y el ya curará con el paso del tiempo, actitud que generalmente es comprendida y aceptada por la familia sin grandes problemas ya que suele haber algún pariente, a veces el padre o la madre, que se ha curado solo a los 10, 12 o 15 años. Aunque actualmente todos los estudios recomiendan intervenir sobre la enuresis", continúa el Dr. Martínez.

La enuresis nocturna tiene unas bases genéticas y una fisiopatología propias y es el pediatra general, en la mayoría de los casos, el facultativo preparado para abordar su solución, porque la tiene. Según indica el Dr. Víctor García Nieto, Jefe de Nefrología Pediátrica del  Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria en Santa Cruz de Tenerife, Presidente de la Asociación Española de Nefrología Pediátrica y otro de los autores de la guía "cuando coincide en el tiempo la maduración de las funciones cerebral y vesical, la enuresis puede curarse y existe tratamiento".

La Guía de manejo y diagnóstico terapéutico de la Enuresis Infantil, va dirigida a todos los Pediatras que atienden a diario a niños con este problema, de manera que puedan anticiparse instaurando consejos y pautas para una correcta evolución del control de esfínteres. Según indican los expertos no sólo hay que abordar la enuresis cuando se establece el diagnóstico, en la mayoría de los casos de forma tardía, sino que, conociendo los factores asociados o desencadenantes de la misma, se puede intentar detectar a aquellos niños que puedan tener un perfil más propenso a padecerla y actuar de forma temprana.

Una mayor sensibilización del problema por parte de los pediatras  sería de gran ayuda para el abordaje del problema. En este sentido el Dr. Martínez asegura "la educación del control de esfínteres prácticamente no existe en la atención pediátrica primaria, la enuresis se diagnostica tarde y por iniciativa de los padres, a veces cuando ya existen complicaciones psicológicas y de relación social, y los tratamientos se realizan pocas veces de manera correcta".

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