Fuertes dolores de cabeza, mareos, sensibilidad extrema a la luz o sonidos, náuseas e incluso vómitos son algunos de los síntomas que experimentan las personas que sufren de migraña. Según cifras de Cegedim Health Data España, consultora europea especializada en análisis de datos sanitarios, esta patología neurológica afecta a más del 6% de la población, mostrando una fuerte inclinación en la balanza hacia al género femenino.
Debido a la variación de hormonas estrogénicas, es un hecho que la migraña afecta más a mujeres que a hombres (8,5% frente a 3,6%, respectivamente), llegando a superar el 10,5% en las mujeres con edades comprendidas entre los 20 y 64 años (4,2% para los varones). Y si nos vamos al grupo de edad con más prevalencia (aquellos adultos entre los 45 y 49 años) las mujeres superan el 12% del total de la población femenina de su grupo etario atendida (4,4% para el mismo grupo etario masculino).
"La migraña parece estar causada por la activación de un mecanismo encefálico que conduce a la liberación de sustancias inflamatorias y causantes de dolor alrededor de los nervios y vasos sanguíneos de la cabeza. Esto afecta de lleno a la calidad de vida de los pacientes a través de episodios recurrentes a lo largo de su vida, que pueden durar desde algunas horas hasta 2 o 3 días. Es una enfermedad crónica que no tiene cura, aunque el uso de fármacos puede ralentizarlos, aliviar el dolor y malestar producido o reducir su frecuencia", explica el Dr. Carlos Iglesias, director médico de la mencionada compañía.
El impacto emocional y económico de la enfermedad en la mujer.
La migraña se asocia directamente con variaciones de la salud emocional, por lo que es muy frecuente que las personas que conviven con ella presenten episodios de ansiedad o incluso depresión. En el caso de la ansiedad, alcanzan hasta un 45% de pacientes femeninas de migraña y hasta un 52% en el tramo comprendido entre los 50 y 64 años, mientras que los trastornos depresivos acaparan los diagnósticos del 26% de mujeres, cifra que casi se dobla entre las mujeres de 75 a 89 años (44%).
Por todo ello, el impacto de los síntomas de esta enfermedad llega hasta tal punto que la media de bajas laborales de las pacientes que sufren de migraña alcanza hasta 10 días al año por paciente de promedio, con la consiguiente repercusión económica en todos los aspectos para las partes implicadas.
"No se sabe bien el motivo de la asociación entre la migraña y los episodios de ansiedad y depresión asociados, incluso unos pueden aparecer antes que los otros. El conjunto de la sintomatología de estas patologías explica la disminución de la calidad de vida y su impacto en los costes de atención y gestión hospitalaria y de seguridad social asociados a las bajas laborales que estos síntomas producen", concluye el Dr. Iglesias.