El 60% de las personas mayores de 60 años sufren problemas de sueño. Estas patologías puede afectar a las actividades diarias de los mayores e incluso acabar disminuyendo su calidad de vida.
El origen de los problemas del sueño en los ancianos suelen ser las enfermedades preexistentes
Con el envejecimiento, se reduce el tiempo de sueño lento y se aumenta el tiempo del sueño ligero, es decir, los mayores tardan más tiempo en dormirse y sufren más interrupciones del sueño durante la noche.
Según explica la Dra. Pilar Soler, de Sanitas Residencial El Viso, el origen de los problemas del sueño suelen ser las enfermedades preexistentes y los factores psicosociales y ambientales, como el sedentarismo o el aislamiento. Entre las enfermedades que más alteran el sueño están las que causan dolor, la insuficiencia cardiaca, las demencias, el reflujo gastroesofágico, la hipertrofia benigna de próstata o las enfermedades respiratorias.
Para conciliar el sueño, la experta recomienda a los mayores no acostarse inmediatamente después de la cena, realizar ejercicios de relajación antes de acostarse, regularizar los horarios, mantener una vida activa durante el día y evitar las siestas diurnas, entre otros consejos.