Una revisión científica realizada por el Instituto Motherisk (Canadá) ha revelado que la ingesta de cafeína no representa peligro durante el embarazo y la lactancia si se consumen al día 300 miligramos o menos. Esta cifra correspondería a cuatro tazas de café soluble o dos de café puro.
Algunos estudios anteriores habían relacionado los niveles elevados de consumo de cafeína con un mayor riesgo de aborto espontáneo, malformaciones congénitas y problemas en el crecimiento fetal.
Los autores de esta revisión han advertido de que en la mayoría de estos estudios se han identificado muchos defectos en las metodologías, tales como la ausencia de control de algunos elementos como el consumo de tabaco y alcohol.
Por lo tanto, no existe una evidencia suficiente de asociación entre el consumo de cafeína y el aumento de los abortos espontáneos, sobre todo, si se consume menos de 300 miligramos al día. Al igual que tampoco hay riesgo de defectos en el nacimiento ni en el crecimiento fetal si se consume la cantidad diaria recomendada.
Por otro lado, la revisión ha analizado distintos estudios sobre la influencia de la cafeína en la fertilidad y ha concluido que no existe una relación directa entre el consumo de cafeína y los posibles problemas de fertilidad.
También se ha hablado de que el consumo de dicha sustancia podría tener consecuencias en el comportamiento del bebé. En este sentido, numerosos estudios han mostrado que no existen efectos adversos en el comportamiento y desarrollo de los niños con el consumo moderado de cafeína durante la gestación.
Sin embargo, los datos sobre el consumo de 300 miligramos o más de esta sustancia son contradictorios. Por ello, los expertos del Instituto Motherisk han recomendado el consumo en pequeñas cantidades de cafeína. Según los expertos, el consumo moderado no traerá problemas al embarazo ni al desarrollo del bebé.