El consumo moderado de cerveza puede incluirse en la dieta de las personas mayores. Además, el 92% de la cerveza es agua, por lo que esta bebida puede contribuir a evitar la deshidratación de las personas mayores. Estas afirmaciones se recogen el manual Cerveza, hidratación y mayores, elaborado por el Prof. Jesús Román Martínez, presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, y avalado por la Fundación Hispana de Osteoporosis y Enfermedades Metabólicas Óseas (FHOEMO).
Además, diversos estudios han demostrado como la cerveza puede prevenir enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas o relacionadas con los huesos lo que hace que esta bebida fermentada sea una buena opción para las personas mayores. La cerveza sin alcohol, con similares propiedades que la tradicional, es una buena alternativa para las personas mayores que deben tomar fármacos o tienen algún tipo de patología.
Las personas mayores son especialmente sensibles a la deshidratación. Según el Prof. Martínez, "los mayores sin patologías médicas que consumen cerveza de forma moderada disfrutan de una bebida cuyo sabor evoca a la juventud y les aleja de la monotonía, por lo que incluir este tipo de bebidas en la dieta puede suponer un atractivo adicional. Además, la cerveza incluye nutrientes y líquidos fundamentales para el buen funcionamiento del organismo". Así, este consumo se refiere siempre a personas sanas en cantidades moderadas (una o dos unidades para Salud de la mujeres y dos o tres para hombres) y, preferiblemente, acompañada de alimentos.
El consumo diario de agua es imprescindible para la vida. Una persona mayor, con un peso cercano a los 70 kilos, necesita ingerir en condiciones normales aproximadamente de dos a dos litros y medio de agua diarios. Los más mayores son especialmente sensibles a la deshidratación, que puede ser, en muchos casos, un proceso responsable de muchas hospitalizaciones de urgencia e incluso de muerte.