En fechas destacadas, como las navidades, se hace más visible la ausencia de las personas fallecidas. El duelo es un proceso natural a través del que la persona logra encauzar el sufrimiento y el dolor por la pérdida de un ser querido.
El entorno, clave para evitar que el duelo por un ser querido se cronifique
Según ha recomendado Jacinto Bátiz, jefe de Área de Cuidados del Hospital San Juan de Dios, lo más aconsejable es afrontar el fallecimiento "y no rehuir de la ausencia. Hay que afrontar la pérdida. Para nada es un buen consejo ese que te dicen de tómate algo para que esta cena pase rápido".
"Hay que aprender a recordar sin dolor, a ver fotografías de la persona ausente y hacer memoria de los buenos momentos que pasamos junto con la persona querida. Hay que asumir que esa persona ya no está con nosotros pero que podemos tenerle presente en el recuerdo", ha añadido.
Aunque las características y duración del duelo son diferentes en cada caso, el experto ha recordado que "los plazos del duelo que manejan las diversas sociedades científicas rondan los dos años. Luego, por norma general, se produce un descenso en la intensidad".
El duelo, por tanto, no tiene la misma duración. Lo importante es vigilar que no se cronifique. En esta vigilancia, desempeña un papel clave el entorno, ya que a una persona le puede costar resconocer que tiene un problema.