El envejecimiento se ha convertido en el gran quebradero de cabeza de las administraciones para sus planes sanitarios. Galicia es la tercera comunidad con mayor saturación en Atención Primaria. Un médico de cabecera suele recibir 41 pacientes diarios por la elevada prevalencia de enfermedades crónicas que están vinculadas a las personas más mayores.
Los 1.845 médicos de familia que trabajaban en Atención Primaria en 2008 tenían de media 1.347 tarjetas sanitarias cada uno para cubrir, según las últimas estadísticas del Ministerio de Sanidad. Hoy, el número asciende hasta las 1.410. Lo que ocurre es que por las propias características de la población, los gallegos van más a la consulta.
Únicamente la proporción de citas por jornada es superior en Extremadura (49), con una tasa muy elevada también de envejecimiento, y Andalucía (45), donde sí es relevante el volumen de población. Es la autonomía con más habitantes, 8,2 millones, casi el triple que Galicia. Las diferencias en la ratio de consultas diarias son abismales con la mayoría del resto de regiones. En Navarra, por ejemplo, un médico atiende de media a 29 personas.
Por eso, el estudio que acaba de elaborar el Consejo Económico y Social (CES), órgano consultivo del Gobierno central, para analizar la igualdad en los servicios sanitarios en España pone uno de sus acentos destacados en las variaciones de Atención Primaria entre las comunidades. Al contrario que la carga que soportan los médicos de familia, la atención en enfermería en Galicia es una de las más bajas –18 consultas diarias–, al igual que en Pediatría, con una veintena de pacientes en cada turno.
El CES señala que en España no se puede hablar de un incremento especialmente llamativo en la frecuencia con la que cada habitante acude a los servicios sanitarios, lo que no impide que el conjunto de la actividad del sistema haya aumentado considerablemente por efecto de la evolución demográfica, especialmente debido al proceso de envejecimiento de la población y el aumento de ésta última. En el caso concreto de Atención Primaria, el análisis reconoce la desigual presión asistencial en función del ámbito geográfico. Las visitas al médico de familia son más frecuentes en segmentos de edad superiores y es algo más habitual en los sectores menos favorecidos. En el caso de la medicina especializada ocurre todo lo contrario, según explica el CES, y las personas con más recursos son las que con mayor frecuencia visitan al especialista.