Después de una enfermedad epidémica tan común como la gripe, el estrés laboral es uno de los problemas de salud más importantes que se producen en el ámbito europeo. "Tanto es así, que se ha convertido hoy en día en la segunda causa de absentismo y baja laboral en nuestro entorno", advierte Esther Enales, directora de Gestión de Clientes de IMQ Prevención, empresa líder en el sector en Euskadi.
El problema es de tal relevancia que la Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que para 2020 la ansiedad y la depresión serán las principales causas de baja en el trabajo. Consciente de esta realidad, otro organismo internacional, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), promueve cada 28 de abril el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo con el fin de recordar la importancia de la prevención de accidentes laborales y enfermedades profesionales, incluyendo a las producidas por los riesgos psicosociales.
De hecho, el coste anual del estrés laboral para el conjunto de la Unión Europea es de unos 20.000 millones de euros, contando tanto las horas de trabajo perdidas como los costes sanitarios asociados.
Tipos y consecuencias
Entre los principales riesgos psicosociales en el trabajo, la experta de IMQ apunta "al estrés laboral, el síndrome de ‘burnt out' o desgaste profesional, la carga de trabajo, aspectos relacionados con el liderazgo, las relaciones interpersonales, la gestión del tiempo, la fatiga en trabajos a turnos y nocturnos y la violencia. Éste último tipo, la violencia, se puede clasificar en física y psicológica. Dentro de la violencia psicológica se incluyen los distintos tipos de acoso: discriminatorio, sexual y laboral o ‘mobbing'".
En cuanto a las consecuencias para el trabajador, los riesgos psicosociales "pueden afectar a su salud física y mental, incluyendo afectación cardiovascular, alteraciones gastrointestinales, síntomas cutáneos, alteraciones del estado del ánimo, de la conducta y de la capacidad cognitiva, etcétera".
Asimismo, los riesgos psicosociales también tienen consecuencias relacionales en la persona que los padece, "provocando en ocasiones una inadaptación del trabajador con el entorno social, el deterioro de las relaciones familiares e, incluso, problemas de pareja".
Más vale prevenir
Para Esther Enales, "es clave dar a conocer a los trabajadores y trabajadoras qué es el estrés, cómo identificarlo en sus fases incipientes y dotarles de herramientas para poder afrontarlo".
En el ámbito de las empresas "resulta necesario, además, realizar una evaluación de riesgos psicosociales, que es una obligación establecida por ley, a fin de poner de manifiesto cuáles son los factores que, dentro de las organizaciones, pueden generar riesgos de naturaleza psicosocial".
Considera también Esther Enales que la formación teórica y práctica "es una herramienta de conocimiento que permite a los trabajadores afrontar con más seguridad su trabajo, gracias a la labor de los propios servicios de prevención, que deben llevar a cabo una tarea de asesoramiento técnico y no ser un mero cumplimiento formal de la normativa".