La violencia contra las mujeres es una clara expresión de la desigualdad entre hombres y mujeres que existe en la sociedad. Tradicionalmente, la violencia ha sido parte del rol masculino. Los hombres aprenden a competir, a luchar, a imponerse, mientras que a las mujeres se las enseñan la cooperación, la entrega, el cuidado de los suyos, etc. Así, el espacio público, era el lugar de desarrollo del hombre, mientras la mujer quedaba relegada al ámbito privado o doméstico.