La profesora Hania Szajewska, reconocida pediatra a nivel internacional, abordó el efecto positivo de los probióticos para luchar contra la obesidad infantil. Szajewska señaló que hay una relación directa entre la microbiota instestinal (las bacterias que residen dentro del cuerpo) y la obesidad. Según sus estudios, hay una diferencia notable en la microbiota intestinal que se encuentra en los niños que sufren obesidad en relación con los niños sanos, por lo que es evidente que las bacterias impactan directamente en nuestro metabolismo. Por ello, Szajewska propone la actuación sobre la microbiota intestinal mediante la administración de probióticos como una medida preventiva para luchar contra la obesidad intantil.
El Nestlé Nutrition Institute analiza el crecimiento infantil
Por su parte, el profesor Ferdinand Haschke, experto en pediatría y nutrición del Nestlé Nutrition Institue, afirmó que un 50 % de las mujeres jóvenes de algunos países desarrollados y emergentes sufren sobrepeso u obesidad, lo que conlleva a que sus hijos tengan mayor riesgo de heredar la enfermedad. Los recién nacidos con madres con sobrepeso u obesidad tienen mayor peso al nacer y está demostrado que tendrán una esperanza de vida menor.
Por otro lado, más del 10% de la población femenina mundial en edad fértil sufre desnutrición, un factor de riesgo muy importante para su descendencia, con terribles consecuencias fetales.
Haschke confirma que es posible una intervención previa o durante el embarazo para evitar estas complicaciones. Es vital apoyar los programas de reducción de peso, prevenir el incremento de peso durante el embarazo y controlar la diabetes gestacional para reducir el número de bebés con sobrepeso durante el periodo gestacional. Para luchar contra la desnutrición materna, Haschke asegura que los suplementos de micronutrientes y de proteínas que aportan energía adicional, administrados a las madres, reducen en un 34 % el riesgo de nacimientos de bebés pequeños para la edad gestacional.