Aunque son conocidos por toda la población los efectos perjudiciales del tabaco en la salud, sin embargo existe un gran desconocimiento de los problemas que este hábito puede provocar en la salud capilar.
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El cabello se vuelve más fino con el envejecimiento, pero este proceso se acelera en el caso de las personas fumadoras. Además, según los expertos, la nicotina y el humo del tabaco afectan tanto de forma directa como indirecta en la caída del cabello.
Diversos estudios muestran que la calvicie es también una de las consecuencias del tabaquismo, puesto que las sustancias procedentes del humo que se inhala y que llegan a través de la sangre impiden el correcto funcionamiento del folículo piloso y, por tanto, la formación de pelo nuevo.
Pero no solo la caída del pelo es uno de los problemas que produce el tabaco en el pelo, la pérdida de vitalidad, una mayor sequedad de la cutícula y la fragilidad de la fibra capilar, son otras de las consecuencias.