En el marco del VIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Heridas

El tratamiento de heridas mediante un abordaje terapéutico sin agentes químicos favorece hasta un 72% el proceso de cicatrización

La preocupación por el incremento de las tasas de resistencia bacteriana a los antimicrobianos, la toxicidad de determinados antimicrobianos químicos, ha dado lugar  al desarrollo de  estrategias para el control de la carga microbiana menos agresivas

El riesgo de padecer una herida es que esta pueda infectarse, situación frecuente en pacientes con heridas crónicas con las complicaciones que ello conlleva. Por ello la importancia de la reducción de la carga microbiana como parte del tratamiento local de estas lesiones siguiendo los preceptos de preparación del lecho de la herida conjuntamente con el tratamiento etiológico de la misma. Sin embargo, la preocupación por el incremento de las tasas de resistencia bacteriana a los antimicrobianos ha dado lugar a la búsqueda de otras opciones terapéuticas para el tratamiento de heridas infectadas libres de agentes químicos.

Esta ha sido una de las principales conclusiones del simposio "La estrategia para la optimización del uso de antimicrobianos en heridas", organizado por Essity en el marco del VIII Congreso de la Sociedad Española de Heridas en Madrid, en el que se ha profundizado en un nuevo enfoque para el cuidado de las heridas mediante la utilización de productos que utilizan un medio físico para la eliminación de bacterias sin riesgo de desarrollar resistencia antimicrobiana lo que permite su utilización por tiempo prolongado incluso en lactantes y mujeres embarazadas que han demostrado mejoras del proceso de cicatrización hasta en un 72% de los casos.

Tal como ha explicado Silvia Blasco Gil, enfermera especialista en heridas crónicas del Hospital de Alcañiz de Teruel, "Se sigue manteniendo un debate a nivel internacional acerca del "continum" de la infección y un punto clave es alcanzar el diagnóstico de infección y determinar el inicio de la terapia antimicrobiana. La European Wound Management Associaton (EWMA) conjuntamente con la British Society for Antimicrobial Chemotherapy desarrollaron un documento cuyo objetivo es proporcionar unas recomendaciones acerca del tratamiento y administración de antimicrobianos en el manejo de heridas con una orientación práctica para los profesionales sanitarios. El tratamiento de una herida infectada mediante antimicrobianos debe realizarse siempre en combinación con estrategias de preparación del lecho de la herida. Sin embargo, ya se han descrito casos de resistencia bacteriana a algunos antimicrobianos no antibióticos. Por ello son necesarias nuevas estrategias terapéuticas que permitan la gestión de la carga bacteriana sin este tipo de efectos adversos"

Este es el caso de lo apósitos revestidos con agentes hidrofóbicos cuyo mecanismo de acción es la interacción hidrofóba, es decir "un proceso físico mediante el cual las bacterias, virus y hongos de las heridas quedan atrapados en el apósito y son eliminados al retirarlo. Como las bacterias también comparten esa condición hidrófoba, cuando entran en contacto con el apósito en condiciones de humedad, se unen de forma irreversible al apósito y son retirados con este", explica Blasco. De esta forma se reduce o anula la carga bacteriana, quedando sólo en la herida los microorganismos a los que sí les afecta el agua pero que son beneficiosos para estimular la cicatrización.

Control del exudado, clave para la curación de las heridas

"El exudado de una herida forma parte del proceso normal de cicatrización. Sin embargo, un exceso del mismo puede convertirse en un problema cuando la cantidad y la composición del exudado impida o retrase la cicatrización de las heridas al dañar el lecho y la piel perilesional. Esto puede ocasionar morbilidad física y psicosocial, incrementando la demanda de recursos sanitarios. Por tanto, resulta imprescindible para un adecuado manejo de este tipo de heridas, la gestión eficaz del exudado con intervenciones locales y sistémicas adecuadas", explica la experta.

En este sentido, la correcta selección de apósitos que proporcionen ese ambiente adecuado entre humedad y absorción es fundamental y, a este efecto, los apósitos superabsorbentes revestidos con agentes hidrofóbicos son alternativa adecuada a los apósitos que liberan agentes  químicos puesto que no sólo proporcionan ese equilibrio óptimo entre humedad y absorción, sino que también van a controlar la carga bacteriana sin riesgo de reacción química.

En definitiva, Blasco concluyó que, "es necesario el compromiso, la participación e implicación de todos los profesionales sanitarios ante el reto que nos plantea la resistencia bacteriana para preservar una herramienta dentro del arsenal terapéutico necesaria y adecuada para algunos casos como son los antibióticos. Por ello el manejo de la carga bacteriana de las heridas mediante modelos que han demostrado en práctica clínica un óptimo control tanto del exudado como de la infección con una menor toxicidad favorecerán la calidad de vida del paciente y supondrán una menor carga para el sistema sanitario"

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