Ante los rebrotes de coronavirus, para reducir los contagios, y como alternativa a la consulta médica tradicional, han surgido nuevas fórmulas de atención a los pacientes. En la mayoría de los casos, mediante consulta telefónica, pero también a través de aplicaciones que permiten consultar citas, resultados, pruebas diagnósticas, ofrecer asesoramiento, etc.
A pesar de su gran utilidad, esta alternativa de comunicación no presencial puede suponer una gran limitación para los pacientes con sordera, tanto en cuanto no se proporcione accesibilidad auditiva y a la comunicación.
En estas circunstancias, Confederación Española de Familias de Personas Sordas (FIAPAS) ha trasladado un escrito a las Consejerías de Sanidad, de todas las comunidades autónomas españolas, y a las compañías de seguros de salud, informando de las distintas soluciones de comunicación no presencial en tiempo real con medidas de accesibilidad para las personas sordas.
Al respecto, hay que tener en cuenta los distintos perfiles auditivos y de comunicación de los pacientes con sordera y con problemas auditivos. Muchos utilizan la comunicación oral, pero no pueden mantener una comunicación telefónica convencional al no tener delante al interlocutor. Para todos los casos, se debe disponer de comunicación vía texto y posibilitar la comunicación a través de videollamadas. Unos recursos que han de ser incorporados tanto en los canales de comunicación de los departamentos de información y atención al paciente, como de los servicios de cita previa, y de las consultas médicas y de enfermería, en hospitales y centros de salud. Así como en los canales de comunicación de las aseguradoras.
De forma diferenciada, FIAPAS ha dirigido también esta información y demanda a la Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL), por su particular vínculo con los pacientes con sordera, y cuenta ya con su apoyo para hacer llegar la misma a sus asociados.
Con ello, los servicios de telemedicina estarán adecuándose en su respuesta a las necesidades de un número importante de personas con sordera y con problemas auditivos, cualquiera que sea su perfil de comunicación, para que puedan acceder a los mismos de forma autónoma, con la privacidad deseable y sin necesidad de intermediarios, especialmente tratándose de una materia tan sensible y personal como es el cuidado y protección de la salud.
Algunas cifras sobre la sordera en españa:
- En España hay 1.064.000 personas con una discapacidad auditiva de distinto tipo y grado. De ellas, más del 97% utiliza la lengua oral para comunicarse. Según el INE, 13.300 personas son las que emplean la lengua de signos. (Encuesta de Discapacidad, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia. 2008 – INE).
- Cinco de cada mil recién nacidos presentan una sordera de distinto grado, lo que en España que, cada año, hay en torno, a 2.500 nuevas familias con un hijo/a con sordera. (Comisión para la Detección Precoz de la sordera infantil)
- El 50% de adolescentes y jóvenes entre 12 y 35 años de edad en los países más desarrollados están en riesgo de presentar una pérdida de audición por su sobrexposición al ruido en contextos recreativos. (Organización Mundial de la Salud).
- La presbiacusia afecta aproximadamente al 30% de la población entre los 65 -70 años, alcanzando al 80% de la población por encima de los 75 años. Debido a la contaminación acústica y el estilo de vida, se está provocando un incremento de estos problemas de audición propios de la edad en otras más precoces, en torno a los 50 años. (Sociedad Española de Otorrinolaringología).
- Una de cada mil personas de la población general adquiere sordera a lo largo de su vida.
- El 8% de la población tiene problemas auditivos, de distinto tipo y grado, que les plantean dificultades para entender una conversación en un tono de voz normal.