Hoy, día 1 de octubre, se celebra el Día Internacional de las Personas Mayores. Se estima que alrededor de 600 millones de personas son mayores de 60 años, y de ellas, entre el 15 y el 20 % padecen alguna patología cardiovascular. Según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta cifra se duplicará en 2025 y rozará los dos mil millones en el año 2050.
Los expertos debaten sobre los retos de la patología cardiovascular en los ancianos
Coincidiendo con esta conmemoración, más de 100 especialistas han debatido, en la Reunión Anual de Cardiología Geriátrica de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), sobre los principales retos de la investigación y las prácticas clínicas para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la patología cardiovascular en los pacientes mayores.
Una de las principales conclusiones del encuentro ha sido confirmar que las enfermedades cardiovasculares continúan siendo la primera causa de muerte en los ancianos y, en su mayoría, serían evitables si se aplicasen programas de medicina preventiva más eficientes. Entre los principales factores de riesgo de la patología cardiovascular, la hipertensión y la dislipemia son los más significativos.
En la reunión también se ha destacado que la incidencia y prevalencia de la insuficiencia cardiaca está aumentando a consecuencia del envejecimiento de la población. Los expertos han coincidido en que uno de los grandes retos de la cardiología geriátrica consiste en avanzar hacia un modelo de prevención, diagnóstico y tratamiento global.
Uno de los temas centrales del encuentro ha sido la presentación de los resultados preliminares del Estudio 4C "Caracterización científica del corazón del centenario", coordinado por el Dr. Manuel Martínez Sellés, presidente de la Sección de Cardiología Geriátrica de la SEC.
El estudio tiene como objetivo conocer las peculiaridades anatómicas y fisiológicas del corazón de las personas mayores de 100 años. Hoy en día, en España hay cerca de 8.000 personas centenarias.
Los resultados preliminares de esta investigación muestran que los centenarios presentan de forma frecuente patología cardiovascular, muchas veces asintomática, y de mayor prevalencia en los varones que en las mujeres. Además, muestra que la mayor parte de las personas longevas tienen padres o hermanos que también han vivido hasta edades avanzadas (al menos 90 años).
Otra conclusión del estudio revela que las personas centenarias han llevado una vida muy activa y han mantenido un buen nivel de actividad después de los 65 años. Por otro lado, las mujeres centenarias superan en número a los hombres y presentan una salud cardiovascular mejor.